Una niña de 3 años fue secuestrada y asesinada a golpes en Portugal, debido a que su madre mantenía una deuda pendiente con la sospechosa del crimen por un trabajo de “brujería”.
La menor, identificada como Jessica, falleció el 20 de junio en un hospital de la ciudad de Setúbal, a donde fue trasladada con signos de maltrato y se le sometió sin éxito a maniobras de reanimación. La menor fue secuestrada y torturada durante cinco días.
La Policía ha detenido a la sospechosa del crimen, una mujer de 52 años identificada como Ana Cristina, así como a su esposo e hija. Las tres personas han sido imputadas por los delitos de grave atentado contra la integridad física, homicidio calificado, extorsión y secuestro de la niña.
Inés, la madre de Jessica, reveló que había acudido a Ana Cristina por sus servicios de brujería para que su pareja y padrastro de la menor no la dejara. Las partes acordaron el precio en 400 euros (unos 422 dólares), combinaron los ‘hechizos’, pero después surgieron desacuerdos, por lo que la parte solicitante no pagó.
“Tenía miedo de contarlo”
“Ella me amenazaba todos los días. Dijo que nos mataría a mí ya mi hija. Tenía miedo de contarlo. No le dije a Paulo [el padrastro de la niña] ni a mi madre. Sufrí mucho”, relató Inés.
El padrastro de Jessica confirmó que tenía la intención de terminar la relación sentimental, y que ya había pagado otra deuda que Inés mantenía con una segunda “gitana”. “Yo no sabía nada de esto. Me engañaron”, aseveró Paulo, señalando que se enteró de los detalles solo durante las declaraciones que su pareja dio ante la Policía.
Las autoridades judiciales también están investigando a Inés, por haber callado sobre el secuestro de la niña, aparentemente por temor a perder su custodia. El padre de Jessica y otros familiares responsabilizan a Inés por la muerte de la niña.
RT