Fue al día siguiente de David de los Santos Correa haber sido masacrado y tras permanecer toda la noche y la madrugada inconsciente, tirado en el piso de una celda del destacamento Naco, cuando los agentes policiales se dignan en llamar una ambulancia del Sistema de Emergencia 911 para trasladarlo a un hospital.
Pese a los traumas en la cabeza y diferentes partes del cuerpo fruto de dos palizas, de los Santos no fue llevado a un centro traumatológico, como indicaba la naturaleza del caso, sino al hospital Francisco Moscoso Puello.
Conforme al expediente instrumentado por el Ministerio Público, es al otro día, el 28 de abril, en horas de la mañana, que el capitán de la PN Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez, el segundo teniente Germán García de la Cruz, el raso Manuel González García y el cabo Alfonso Decena Hernández, decidieron penetrar a la celda y se dan cuenta de que la víctima está tirado en el piso, inconsciente.
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“Después de una noche de tortura, procedieron a contactar al Sistema Nacional de Emergencias 911, quien envió una ambulancia que lo traslada al hospital Dr. Francisco Moscoso Puello”, indica el expediente.
A todo esto, los familiares de los Santos no tienen idea de lo acontecido con su vida y su hermana Sugeidy, se preocupa al darse cuenta que no regresó a su casa y porque días antes, había notado que tenía un comportamiento poco habitual.
Tras publicar en sus redes la desaparición de su hermano, logra saber que fue detenido en el destacamento Naco, lo que en cierta medida dio paz a sus familiares, porque ya conocían su paradero.
Es cuando Sugeidy decide llamar al destacamento y pide a un policía que por favor le permitiera hablar con David, para saber si estaba bien y de esta manera, tranquilizar a su madre, que estaba muy preocupada.
“Respondiendo el miembro policial, que no estaba autorizado hacer eso porque ya eso estaba en manos de la Fiscalía, ocultando de forma burlesca e inhumana, que ya para la fecha, la víctima se encontraba ingresado en condiciones críticas en el Hospital Dr. Francisco Moscoso Puello, debatiéndose entre la vida y la muerte, a consecuencia de los actos de tortura y barbarie cometidos en su contra”, indica el expediente.
Para el 29 de abril, Sugeidy acude al destacamento del Ensanche Naco, junto a Lerian Alberto Contreras del Carmen, a ver a David y es cuando los miembros policiales les informaron que había sido traslado al Moscoso Puello, porque le había subido la presión y porque se había agredido físicamente, golpeándose contra un escritorio.
“Otra espantosa mentira dicha con el único objetivo de esquivar su responsabilidad penal”, indica el expediente.
Cuando los familiares de la víctima acuden al hospital, es que se dan cuenta de la magnitud de la golpiza en su contra, porque estaba irreconocible, con la cara hinchada y desbaratada por los golpes, acostado en una camilla y esposado.
Por tal motivo, realizan gestione para trasladarlo al hospital traumatológico Dr. Darío Contreras, donde finalmente falleció, el primero de mayo, fruto de los actos de tortura y barbarie inferidos por parte de los imputados Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos, Jean Carlos Martínez, en coautoría con los agentes Rodríguez Rodríguez, García de la Cruz, González García y Decena Hernández.