Greenpeace protestó este lunes ante las oficinas corporativas de Nestlé en México, bajo el marco de la conmemoración del Día de la Tierra.
Con una representación gigante de un ave alimentado a sus crías con residuos de plástico, la organización ambientalista demandó a Nestlé detener la producción de plásticos de un solo uso.
El nido de 5 metros de ancho y 3 metros y medio de altura estaba acompañado de una pancarta amarilla en la que se podía leer la petición.
Con esta acción, la organización se suma a una serie de visitas similares a los corporativos en otros 10 países.
“Estamos mostrando la responsabilidad que tiene al contaminar al medio ambiente con los empaques de un solo uso en los que ofrece sus productos a los consumidores”,señaló Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México.
El ambientalista hizo un llamado a la empresa para establecer objetivos globales claros respecto a la reducción de la producción de empaques de plástico y la inversión en lareutilización.
De acuerdo con Greenpeace, las grandes marcas no sólo carecen de planes reales para reducir su producción de plástico, sino que además sacan provecho del vacío legal que no las obliga a ello.
Hasta la fecha, más de 3 millones de personas se han unido a la campaña mundial de Greenpeace para pedir que se detenga la producción de envases de plástico de un solo uso.
“Nuestro mundo está ahogándose en plástico. Durante mucho tiempo, corporaciones como Coca-Cola, Pepsi, Nestlé, Unilever, Starbucks, Procter & Gamble y McDonald’shan impuesto en nuestras vidas los envases de plástico cuando nos ofrecen sus productos y nos han dicho que el reciclaje, junto con una mejor gestión de los residuos, son la solución para este problema, pero sabemos que esto no es así porque menos del 10% del plástico fabricado se recicla”, escribió Greenpeace en la petición para eliminar el uso del plástico.
Nestlé ha sido señalada como la tercer marca más contaminante del mundo con plásticos. En 2018, produjo 1.7 millones de toneladas métricas de plástico, lo que representa un aumento del 13% en comparación de lo que se produjo en 2017, informó la organización ambientalista.