Los cuerpos de estos tres hombres fueron encontrados en Myrotske, un pueblo cerca de Bucha, la localidad a las afueras de Kiev que se convirtió en símbolo de las atrocidades de la guerra en Ucrania y donde se encontraron los cuerpos de numerosos civiles muertos.
“Según informaciones preliminares, los ocupantes trataron de ocultar las pruebas de sus abusos, por lo que arrojaron los cuerpos a una fosa y los cubrieron con tierra”, dijo Nebytov.
Las autoridades ucranianas descubrieron decenas de cadáveres vestidos de civil en localidades ocupadas y luego abandonadas por el ejército ruso en los alrededores de Kiev.
Ucrania acusa a las tropas rusas de haber perpetrado masacres. Esta semana, la justicia ucraniana abrió una investigación contra diez soldados rusos acusados de presuntos crímenes cometidos en Bucha.
Rusia rechaza evacuar civiles
Rusia rechazó todas las propuestas para evacuar a los soldados ucranianos y a los civiles que permanecen sitiados en la ciudad portuaria de Mariupol, afirmó este sábado un asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
El asesor, Mijailo Podolyak, declaró que a petición del presidente varios “líderes mundiales” se han dirigido al Kremlin para solicitar la creación de un corredor humanitario desde Mariupol, donde todavía prosiguen los combates en las inmediaciones de la acería Azovstal.
“Por desgracia, no hay respuesta de la parte rusa”, dijo Podolyak en una entrevista con Radio Europa Libre en la que conjeturó que Moscú persigue el objetivo “simbólico” de destruir la ciudad, controlada ya en su mayor parte por el Ejército ruso, y a quienes la defienden, en referencia al Regimiento Azov.
“Todos los días hay ataques con artillería pesada y cazas para destruir Azovstal. Los rusos saben que hay niños en el interior, pero siguen bombardeando”, denunció Podolyak.
En la planta metalúrgica de Azovstal se encuentra atrincherado medio millar de combatientes y unos mil civiles, según fuentes ucranianas, de los cuales unos 500 están heridos sin posibilidad de recibir tratamiento médico.
Las reservas de alimentos y de agua llegarán a su fin en los próximos días, según fuentes del ultraderechista Regimiento Azov, integrado en el Ejército ucraniano.
Moscú ha excluido la posibilidad de lanzar un asalto contra la acería para evitar bajas rusas, optando por el contrario por sitiar la planta e impedir el acceso de ayuda humanitaria a los asediados.
Este jueves, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en una rueda de prensa con el presidente ucraniano en Kiev que Naciones Unidas está haciendo “todo lo posible” para evacuar a los civiles de la planta.
Zelensky por su parte aseguró que Ucrania está “abierta a mantener negociaciones inmediatas” para lograr un corredor humanitario que permita poner a salvo a quienes permanecen en Azovstal.
Por Infobae