Cheetos, Doritos y una decena más de marcas de productos “chatarra” fueron retirados de los supermercados y tiendas por el Gobierno de México. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) han dicho que 10.075 unidades de productos nacionales e importados se retiraron por incumplir la norma de etiquetado que entró en vigor en 2020 y que obliga a las marcas a advertir a los consumidores cuando se trate de productos ultraprocesados, altos en calorías, grasas o sales.
Del total de productos sacados del mercado, destacan las populares botanas anaranjadas Cheetos y Doritos, además de otros populares productos como las galletas Chips Ahoy y Oreo, los cereales Lucky Charms o Cheerios, además del jarabe de chocolate marca Hershey’s y varios refrescos de la marca Coca-Cola.
Las dependencias acudieron a cuatro supermercados en Ciudad de México: Walmart, City, Fresko y Chedraui, donde se realizaron visitas para verificar el cumplimiento de la norma NOM-051, donde en su lugar encontraron varias anomalías como imágenes animadas, declaración nutrimental incompleta y el etiquetado derogado.
Según la norma, que entró en vigor a mediados de 2020, los fabricantes están obligados a incluir sellos de advertencia nutrimental al frente de los empaques, aunque muchas de ellas los colocan en los laterales o con un tamaño visiblemente menor al estipulado en la normativa. “La colocación de sellos en posición lateral o posterior puede tener el propósito de invisibilizar contenidos no saludables o engañar a las y los consumidores sobre las propiedades nutrimentales de los artículos”, ha dicho el Gobierno mexicano.
El nuevo etiquetado de advertencia ha mostrado tener resultados efectivos en la manera en que los mexicanos consumen este tipo de productos. Según un análisis de la asociación El poder del consumidor, 56% de los productos elaborados por empresas como Nestlé, Coca-Cola, PepsiCo, Bimbo, Lala y Kellogg’s cambiaron sus fórmulas para hacerlos menos dañinos a la salud.
Los mexicanos adoran las golosinas, pero pagan una factura muy alta a su salud al momento de consumirlas. En el país se consumen 214 kilogramos per cápita de alimentos ultraprocesados y 30% de las calorías que consume la población provienen de este tipo de alimentos, además de bebidas endulzadas. Según una encuesta realizada después de la implementación del etiquetado, el 74% de los encuestados respondieron que aprobaban el etiquetado frontal de advertencia, 72% aseguró que este es comprensible para los consumidores y el 72% también consideró que los sellos son útiles para tomar decisiones sobre los productos que consume.
Fuente: ELPAÍS