Redacción Internacional, EFE.- La guerra en Ucrania se ha cobrado la vida de 165 niños, una de las consecuencias más dramáticas de un conflicto que tiene en la matanza de civiles en Bucha un foco de atención para los gobiernos, que apuestan por las sanciones y la investigación judicial.
La Fiscalía General ucraniana, a través de su cuenta en Telegram, dio a conocer hoy esa cifra de muertos entre los menores, mientras se han contabilizado además al menos 265 menores heridos, una estimación condicionada a las dificultades de evaluación en las zonas ocupadas por las tropas rusas del Donbás, en Mariúpol o en áreas ya liberadas de la región de Kiev.
La fiscalía estima en 869 el número de establecimientos educativos dañados, de los cuales 83 habrían quedado completamente destruidos.
CRÍMENES DE GUERRA
La muerte de niños es una de las caras más sangrientas de este conflicto en el que solo en la región de Kiev se han documentado ya 1.200 actos considerados crímenes de guerra, dijo hoy el ministro del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky.
“Se trata de saqueos y crímenes cometidos por orcos (como algunos ucranianos llaman a los rusos) en nuestros territorios”, denunció el ministro en los canales de televisión locales.
En respuesta, la Unión Europea podría adoptar este miércoles un nuevo paquete de sanciones contra Moscú y quiere un embargo rápido sobre el petróleo y el carbón rusos, mientras que sobre el gas su posición es que hay que prepararse para prescindir de las importaciones, pero a más largo plazo.
Así lo explicó hoy el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, para quien con esas nuevas sanciones “aumentamos la presión a Rusia”.
Explicó que algunas, en sectores como la madera, el cemento o los fertilizantes, ya se estaban preparando desde días antes de que se conocieran las masacres atribuidas al ejército ruso, en particular en la ciudad de Bucha, al norte de Kiev.
La posición de algunos países, y en particular de Alemania es que no pueden prescindir del gas ruso a corto plazo.
LA GUERRA
El Ejército ruso ha lanzado en las últimas 24 horas 54 ataques contra la ciudad de Járkov y su región, en el este de Ucrania, que se han saldado con al menos seis muertos y ocho heridos de diversa consideración, denunció este martes el ejército ucraniano.
Con anterioridad, Oleksiy Arestovych, uno de los asesores de la Presidencia ucraniana, aseguró que los rusos habían perdido parte de su potencial ofensivo y ahora estaban dotando de personal y redistribuyendo y reagrupando sus tropas en un intento de continuar la ofensiva sobre la asediada Mariúpol, en el sur, y en la región de Járkov.
“En el resto de los sectores del frente, el enemigo ha sido detenido, especialmente en las regiones de Kiev, Sumy y en casi toda el área de Chernígov”, que hasta ahora habían sido muy castigadas por el Ejército ruso desde que invadió el país el pasado 24 de febrero, precisó el asesor.
Arestovych y otros mandos militares ucranianos mantienen que la nueva ofensiva rusa se dirigirá, a partir de ahora, a controlar las regiones de Donetsk y Lugansk, las autoproclamadas repúblicas independientes reconocidas por Rusia, que las controla de facto.
Según Arestovych, citado por la agencia local Interfax-Ukraine, las pérdidas de los rusos suman ya 647 tanques, 1.844 vehículos blindados de combate y 330 sistemas de artillería, así como 147 aviones y 134 helicópteros.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró hoy que sus tropas destruyeron un centro de entrenamiento de las fuerzas de operaciones especiales de Ucrania que también fue utilizado supuestamente para alojar a mercenarios extranjeros.
El ataque se produjo durante la noche en la ciudad portuaria de Ochákiv, en la región de Mykoláiv, en el sur de Ucrania, indicó en su parte militar matutino el portavoz de Defensa, Igor Konashénkov.
Las tropas rusas continuaron además con su estrategia de inhabilitar depósitos de combustible en Ucrania, a fin de tratar de cortar el abastecimiento de las fuerzas ucranianas.
EXPULSIÓN DE DIPLOMÁTICOS
Rusia prometió este martes responder a la ola de expulsiones de sus diplomáticos desde países de la Unión Europea (UE) después de que esa medida fuera anunciada hoy por las autoridades de Italia y Dinamarca.
“Rusia dará la respuesta correspondiente”, dijo a la prensa la portavoz de Exteriores ruso, María Zajárova.
Zajárova hizo esta declaración después de que Roma anunciara la expulsión de 30 diplomáticos de la embajada rusa por ser un riesgo “para la seguridad nacional” y siguiendo las decisiones que han tomado otros países europeos.
Italia siguió así la decisión de expulsar a diplomáticos que ya habían tomado países como Dinamarca, Alemania o Francia en estas últimas horas, aunque no comunicó aún los plazos para que abandonen el país.
Por su parte, Dinamarca anunció este martes que expulsará a quince diplomáticos rusos, a los que acusó de actuar como espías y ser un riesgo para la seguridad nacional.