Nueva York .– El artista urbano puertorriqueño Rauw Alejandro encendió Nueva York este sábado por la noche con un concierto dedicado a su “familia latina” en Estados Unidos, miles de seguidores que corearon sus éxitos, brincaron con sus invitados y, en algunos casos, hasta le lanzaron ropa interior.
El ganador del Latin Grammy agotó las entradas del estadio Barclays Center de Brooklyn, con capacidad para unas 19.000 personas, que esperaron una hora y media a que el autor de éxitos como “Reloj” y “Todo de Ti” comenzara el espectáculo con el que retoma su gira por el país después de pasar por México.
Ya en el minuto uno comenzaron las sorpresas, cuando el público identificó a la cantante española Rosalía, su pareja, en una de las gradas en mitad de la sala, y mientras todo el mundo estaba girado buscándola, se apagaron las luces y el protagonista de la noche emergió sobre el escenario rodeado de bailarines.
Frente a unas imponentes pantallas con visuales que recordaban a la película “Blade Runner”, y entre llamaradas y chispas, Rauw Alejandro bailó elaboradas coreografías enfundado en un pantalón y camisa sin mangas de cuero rojo, con gafas de sol, para temas como “Dile a él”, “Mírame” o “Encima de Mí”.
Tras un cambio de vestuario, con una cazadora de motorista blanca y con tachuelas que abrigaba un conjunto negro, el boricua sorprendió con una de sus últimas propuestas, “Museo”, a la que dio un aire bachatero, mientras que se sentó en un taburete para ofrecer una versión íntima de “Tiroteo”.
Se le unió el cantante De la Ghetto, al que cedió su lugar durante un rato para que hiciera en solitario un popurrí de sus canciones de reguetón, como “La pared” o “La Ocasión”, y después Chencho Corleone, integrante del dúo Plan B, que interpretó clásicos del género como “Candy” y “Si no le contesto”.
Conforme avanzó la noche y con los ánimos cada vez más encendidos, Rauw se quitó la cazadora y después la camiseta, momento en el que le empezaron a llover prendas y sujetadores desde la audiencia, sobre todo mientras entonaba la explícita “Sexo Virtual” y recordaba con humor la vicisitudes de la pandemia.
El cantante agradeció el apoyo de sus seguidores y en concreto de todos los latinos, a los que consideró su “familia” y llamó país por país, e incluso barrio por barrio de Nueva York, y prestó especial atención a las “mujeres solteras” del público, animándolas a “perrear” (el estilo de baile del reguetón).
Si bien no invitó a Rosalía a actuar con él, sí le hizo una declaración de amor antes de “Aquel nap Zzzz” y varios guiños, desde usar sus canciones como hilo musical y “A Palé” como interludio, hasta dar una media vuelta flamenca entre llamas, con la que concluyó la apoteósica puesta en escena de “Cúrame”.
El espectáculo terminó puntualmente a medianoche con la pegadiza “Todo de Ti”, registrada en vídeo en los celulares de los que no se despegaron la inmensa mayoría de jóvenes, que quisieron inmortalizar la noche e iluminar el estadio como si se tratara de velas.