El expresidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) cumplió este jueves su primer día detenido por presunto lavado de dinero en el caso de corrupción Odebrecht ante el silencio de su exvicepresidente y sucesor en el cargo, Martín Vizcarra.
En las veinticuatro horas que Kuczynski lleva bajo arresto en la prefectura policial de Lima, las únicas reacciones surgidas desde el Gobierno llegaron de parte de su primer ministro, Salvador Del Solar, y del ministro de Vivienda, Carlos Bruce, quienes también estuvieron en el Ejecutivo durante el mandato del exgobernante.
Del Solar pidió en redes sociales que se respete “la autonomía de poderes y el debido proceso”. “Es indispensable conocer los fundamentos de una medida de esta proporción contra Kuczynski, quien ha venido cumpliendo con todos los requerimientos de la Justicia”, recordó.
Una alegato similar hizo el ministro Bruce, quien también es congresista oficialista, cuando en declaraciones a periodistas consideró este jueves que la detención de Kuczynski es “desmesurada”.
Bruce recordó que Kuczynski cumplió hasta ahora con todos los requerimientos y restricciones que le habían impuesto durante la investigación desde que hace poco más de un año dimitió de la Presidencia para evitar ser destituido por el Congreso por este caso y una presunta compra de votos de parlamentarios de la oposición fujimorista.
En este año el expresidente fue impedido de salir del país y ha permanecido solo, ya que su esposa e hijas están en Estados Unidos, y también ha sido citado en diversas ocasiones para ser interrogado.
A Kuczynski, de 80 años, le tocó dormir desde el miércoles en la prefectura policial de Lima, donde deberá permanecer en principio diez días, el plazo máximo que la legislación peruana permite para la detención de una persona, un período excepcional que solo se utiliza en las investigaciones complejas como la del caso Odebrecht.
A esas dependencias policiales también llegó en la noche del miércoles la secretaria de Kuczynski, Gloria Kisic, para quien el juez José Luis Chávez, del Tercer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria, autorizó igualmente su detención y la del chófer José Luis Bernaola.
El abogado de Kuczynski, César Nakazaki, apeló este jueves la orden de detención contra su defendido con la esperanza de que sea anulada y pueda recuperar la libertad.
A su salida de los juzgados, Nakazaki reiteró su opinión de que la detención a Kuczynski es ilegal porque por su avanzada edad no puede ingresar en prisión preventiva.
“Un ser humano procesado mayor de 65 años no puede tener prisión preventiva, sino arresto domiciliario o, alternativamente, vigilancia electrónica. Si una persona procesada no puede ir a la cárcel, menos un investigado que no está procesado”, se cuestionó Nakazaki.
En el caso de Kuczynski, la Fiscalía investiga si recibió dinero de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de favores dentro de la administración pública cuando era ministro en el Gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), quien presuntamente recibió 20 millones de dólares en sobornos de esta empresa.
La investigación se centra en averiguar si los 782.000 dólares que Odebrecht pagó entre 2004 y 2007 a Westfield Capital, la consultora de Kuczynski en Estados Unidos, fueron a cambio de una contraprestación ilícita.
Por el caso Odebrecht están imputados los últimos cuatro expresidentes peruanos: Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
La constructora brasileña admitió haber pagado millonarios sobornos en una docena de países de Latinoamérica a cambio de grandes contratos en obras públicas.
En Perú estos se dieron entre 2005 y 2014 y también estuvieron acompañados de donaciones irregulares para las campañas de la mayoría de los candidatos a la Presidencia de Perú, como supuestamente ocurrió con la líder opositora Keiko Fujimori, quien aparentemente recibió un millón de dólares.