Los rescatistas marroquíes llevaron a cabo la última etapa de excavación del pozo, en el que se encontraba atrapado un niño de cinco años. Al llegar al fondo del agujero, los agentes extrajeron el cuerpo de Rayan y lo trasladaron directamente al hospital, donde los médicos confirmaron la muerte del menor.
Rayan se alejó el pasado martes de la casa familiar para jugar en el campo y cayó al pozo por accidente. Cuando su madre se percató de su ausencia, dio inmediatamente la voz de alarma, y fueron unos trabajadores quienes escucharon al pequeño atrapado bajo tierra.
Las labores de rescate, dirigidas por la Dirección de Protección Civil de Marruecos, estuvieron en curso desde el martes por la noche. Mientras el niño seguía vivo y consciente, a pesar de algunas heridas leves en la cabeza, los rescatistas lograron hacerle llegar una máscara de oxígeno, comida y agua potable.
Un equipo médico estaba en el lugar, listo para tratarlo, así como un helicóptero que lo pudiera trasladar a un hospital. A pesar de todos los esfuerzos, lamentablemente, resultó imposible salvar al niño.
RT