INFOABE.-La Corriente Circumpolar Antártica (CCA), la única corriente oceánica que circunnavega el planeta, se está acelerando, y el responsable es el calentamiento global.
Por primera vez, los científicos pueden decir que esto está ocurriendo, aprovechando un conjunto de registros de observación de décadas, según explican los autores de un nuevo estudio en la revista ‘Nature Climate Change’.
Investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, la Universidad de California y el Instituto Oceanográfico Woods Hole, en Estados Unidos, y de la Academia China de Ciencias utilizaron mediciones por satélite de la altura de la superficie del mar y datos recogidos por la red mundial de flotadores oceánicos denominada Argo para detectar una tendencia en la velocidad de la capa superior del Océano Austral que había permanecido oculta para los científicos hasta ahora.
Los vientos predominantes del oeste se han acelerado con el calentamiento del clima. Los modelos muestran que la aceleración del viento no cambia mucho las corrientes oceánicas. En cambio, dinamiza los remolinos oceánicos, que son movimientos circulares de agua que van en contra de las corrientes principales.
“Tanto por las observaciones como por los modelos, descubrimos que el cambio térmico del océano está causando la importante aceleración de las corrientes oceánicas detectada durante las últimas décadas”, afirma en un comunicado Jia-Rui Shi, antiguo estudiante de doctorado en Scripps Oceanography y actual investigador postdoctoral en el Instituto Oceanográfico Woods Hole.
“Esta aceleración de la CCA, especialmente su chorro centrado en el Frente Subantártico, facilita el intercambio de propiedades, como el calor o el carbono, entre las cuencas oceánicas y crea la oportunidad de que estas propiedades aumenten en las regiones subtropicales subsuperficiales”, añade.
La ACC rodea la Antártida y separa el agua fría del sur del agua subtropical más cálida justo al norte. Esta parte más cálida del Océano Antártico absorbe gran parte del calor que las actividades humanas están añadiendo a la atmósfera de la Tierra. Por esta razón, los científicos consideran vital comprender su dinámica, ya que lo que ocurre allí podría influir en el clima de cualquier otro lugar.
El patrón de calentamiento del océano es importante. Cuando el gradiente, o la cantidad de diferencia de calor, entre las aguas cálidas y las frías aumenta, las corrientes entre esas dos masas se aceleran.
“La CCA está impulsado principalmente por el viento, pero demostramos que los cambios en su velocidad se deben, sorprendentemente, en su mayor parte a los cambios en el gradiente de calor”, explica la coautora Lynne Talley, oceanógrafa física de Scripps Oceanography.
Los datos a largo plazo que captan los cambios en el Océano Austral eran difíciles de obtener antes de la disponibilidad de instrumentos montados en satélites y de la red Argo. Esta red de flotadores autónomos, que miden las condiciones del océano como la temperatura y la salinidad, comenzó en 1999 y alcanzó su plena capacidad en 2007.
En la actualidad, una dotación completa de 4.000 flotadores repartidos por los océanos del mundo sigue recogiendo datos. Los investigadores pudieron así utilizar más de una década de datos completos de Argo para distinguir la tendencia de la corriente acelerada de la variabilidad natural.
Los coautores del estudio señalan que también es probable que la velocidad de la corriente aumente aún más a medida que el Océano Antártico siga absorbiendo calor por el calentamiento global inducido por el hombre.