Es muy habitual que cuando estamos hablando con nuestro perro, él gire la cabeza como tratando de entender o haciendo un esfuerzo en ese sentido.
Un estudio reciente revela por qué nuestros perros hacen esto.
A cuarenta perros de varias razas se les intentó hacer memorizar los nombres de diferentes juguetes para que luego recordaran esa información y reconocieran esos juguetes específicos en respuesta a las órdenes de sus dueños.
La mayoría de los animales no pudieron aprender los nombres de los juguetes, pero siete Border Collie mostraron una aptitud notable para esa tarea.
Los investigadores encontraron que esos siete Border Collie tenían algo en común: todos inclinaban la cabeza más frecuentemente después de escuchar una orden que sus compañeros de experiencia aparentemente menos talentosos.
Los datos mostraron que estos perros “superdotados” inclinaban la cabeza el 43% del tiempo, mientras que los otros 33 perros hicieron el gesto solo el 2% del tiempo.
Parecería que existiera una relación entre el éxito en la identificación y memorización del nombre del juguete y su consecuente recuperación y las frecuentes inclinaciones de la cabeza al escuchar el nombre de ese objeto.
La conclusión sugiere una asociación entre la inclinación de la cabeza y el procesamiento de datos frente a estímulos significativos.
Para las comprobaciones finales se llevaron a cabo tres experimentos distintos.
En el primero de los tres experimentos trabajaron con 40 dueños o tutores de perros que les enseñaron a sus canes los nombres de dos juguetes y le pidieron después que buscara uno en una habitación adyacente donde se mantuvieron de igual forma y disposición durante los tres meses que duró la prueba.
Solo los siete Border Collie pudieron aprender los nombres de los juguetes que se incluyeron en este experimento.
En el segundo experimento, los propietarios probaron los siete perros superadores de la primera prueba de la misma manera durante tres meses, pero ya con hasta 13 juguetes.
Uno de los Border Collie, llamado Whisky, trajo el juguete correcto 54 de 59 veces.
Otros dos tuvieron éxito más del 90% de las veces.
Los otros cuatro restantes tuvieron porcentajes de éxito entre el 57% y el 75%.
En un tercer experimento, los seis animales “superdotados” pudieron demostrar que podían aprender 12 nuevos nombres de juguetes en una semana y recordarlos durante dos meses.
Solo esos perros “superdotados” que se desempeñaron bien en las tareas de recuperación de juguetes inclinaron constantemente la cabeza después de escuchar una orden verbal.
Eso llevó a concluir que el gesto está relacionado con los intentos de analizar y decodificar el significado de una palabra.
La inclinación podría indicar que están haciendo coincidir mentalmente el nombre del juguete que escuchan con una imagen visual almacenada en sus recuerdos.
De manera semejante a los humanos diestros o zurdos estos perros tendían a inclinar la cabeza hacia un lado u otro por grupos separados.
Su lado favorito se mantuvo igual en los tres experimentos, y la posición de los tutores o guías frente a ellos no influyó en la dirección de la inclinación.
Esta experiencia, en su conjunto, puede ser una evidencia de que los perros inclinan la cabeza cuando prestan mucha atención a una tarea.
Si bien el estudio, en su etapa final, solo analizó los Border Collie “superdotados”, el talento para aprender y recordar nombres de objetos no es exclusivo de esa raza, como así tampoco la asociación con la inclinación de la cabeza como muestra de concentración.
Esta habilidad también se ha observado en Ovejeros Alemanes, Yorkshire Terrier, Pequineses y Pastores Australianos.
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