Por considerar que la población de Haití se encuentra “en condiciones al límite”, el papa Francisco pidió hoy a los mandatarios de la comunidad internacional no abandonar esa nación.
“Pienso a la población de Haití, que vive en condiciones al limite, y pido a los responsables de las naciones que ayuden a este país, que no lo dejen solo”, afirmó.
Durante sus llamamientos tras el rezo del ángelus dominical desde la plaza de San Pedro, el pontífice, también pidió a los fieles que busquen noticias de Haití para que se den cuenta de la situación y recen mucho por este país.
Además, citó el testimonio del misionero italiano Massimo Miraglio, que ha contado “el sufrimiento y el dolor que existe en esa tierra”, antes de solicitar: “No los abandonemos”.
Haití vive un estado de rebelión popular, disgregación estatal e incertidumbre.
Enfrenta una grave crisis económica y humanitaria a la que se suma la escasez de combustible, imprescindible para generar energía eléctrica en negocios, instituciones y hospitales.
La vecina nación también ha sido invadida incontrolablemente por la delincuencia, la crisis de Gobierno aún más, después de la muetrte del fenecido presidente haitiano Jovenel Moise.
Grupos armados que piden la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, controlan extensos territorios del área metropolitana de Puerto Príncipe, impidiendo el paso de cualquier mercancía, no solo carburante.
