SANTO DOMINGO. –El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), advirtió sobre las inequidades que sufren “por ser niñas”, que afectan a sus vidas y reivindican el llamado a la igualdad.
Los hallazgos develan que el abandono paterno, tanto económico como de cuidados es un problema grave para los derechos de las niñas, de manera especial en hogares monoparentales femeninos, ya que, en muchos casos; recaen sobre las niñas las tareas del hogar y el cuidado de sus hermanos.
Sin embargo, en República Dominicana, solo el 10% de los padres se involucra en juegos y actividades con sus hijos menores de 5 años.
En el país, el 56% de las niñas y los niños no viven con sus dos padres, y el 26% viven solo con su madre.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Niña con el objetivo de destacar los desafíos que enfrentan las niñas y las adolescentes en todo el mundo, así como para garantizar que ellas; puedan disfrutar de todas las oportunidades que por derecho les corresponden en su trayecto hasta la vida adulta.
Las Reinas del Caribe se han unido a UNICEF para apoyar a las niñas en el conocimiento de sus derechos y en el cumplimiento de sus sueños, todo esto a través de tres motivadores videos con Bethania De la Cruz, Niverka Marte y Prisilla Rivera, que promueven el empoderamiento y el liderazgo, retratándose en retrospectiva desde la etapa de la pubertad.
Actualmente, según los resultados de una investigación realizada por mencionada agencia y efectuada con niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, se observa que ha habido importantes avances en la región en algunos temas, tales como el rol de los padres, que cada vez se involucran más en las tareas de cuidado de los hijos e hijas.
En territorio latinoamericano, también, se ha avanzado en la adopción de normas y de legislaciones que apoyan el bienestar de las niñas, como en el ámbito local, la ley que prohíbe el matrimonio infantil. Pero, algunas actitudes y pautas culturales le siguen poniendo obstáculos a los derechos de las niñas y a su desarrollo.
“Desde muy pequeñas se les sexualiza y se les cosifica, tanto en su diario vivir, como en los medios de comunicación, y a través de la publicidad; además de que se exponen a algunas actividades culturales, canciones y bailes que promueven estereotipos sexistas y discriminatorios. Cuando, por el contrario, debemos apoyar eventos de la cultura que promuevan actitudes positivas, que faciliten el crecimiento integral de las niñas y las adolescentes”, aseguró la doctora Elcarte, representante de UNICEF.
El informe indica que estas pautas culturales, al igual que la educación son determinantes para definir socialmente las funciones que debe desempeñar una niña o un niño, hasta tal punto que muchas niñas pueden, incluso, concebir como deseable ser madres a temprana edad, siendo el embarazo en la adolescencia, una de las causas frecuentes de deserción escolar.
OTROS ENFOQUES Y PERSPECTIVAS DE ANÁLISIS
En la nación dominicana, según datos de la ENHOGAR-MICS 2019, se revela que el 20% de las mujeres jóvenes tiene su primer hijo antes de los 18 años. Estos datos aumentan a 34% entre las más pobres y a 49% entre las que solo terminan la primaria. Uno de los datos más preocupantes es que el 2% de las mujeres jóvenes tuvo un hijo antes de los 15 años, y bajo esta cifra frecuentemente pueden esconderse situaciones de abuso, de incesto y de violencia sexual.
Asimismo, en la región latinoamericana y el Caribe, la educación integral en sexualidad es uno de los grandes ausentes en el currículo educativo, a pesar de ser una de las grandes demandas de las niñas y las adolescentes. La puesta en práctica de este tipo de enseñanza es una herramienta esencial para la disminución del embarazo infantil y adolescente, y para vivir una vida libre de violencia, pero todavía continúa siendo un desafío para los países de América Latina.
Otro elemento que señala este estudio es que se reconocen progresos normativos para la prevención, la atención y la persecución de la violencia contra las niñas y las mujeres. Estos adelantos son mayores en Latinoamérica que en el Caribe; y señalan que los perpetradores de estos crímenes están cerca de las niñas: su casa, su escuela y en su familia, siendo estos los lugares más inseguros para ellas.
La violencia en el seno del hogar y el entorno cercano va desde la violencia psicológica hasta la agresión física, al abuso sexual e incluso al feminicidio. En mencionada región, el 80% de las violaciones sexuales se cometen contra niñas y adolescentes de 10 a 14 años, y el 90% son transgresiones reiteradas. La cultura de la impunidad y el acceso insuficiente de las niñas a la justicia favorece estas repeticiones.
“En el país, los datos de la Encuesta Experimental sobre la Situación de las Mujeres (ENESIM, 2018) -que encuestó a mujeres y a adolescentes entre 15 y 17 años – muestran que el 65% de las niñas adolescentes encuestadas ha sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. De la misma manera, el 52% de las niñas adolescentes, afirmó haber sufrido violencia sexual en los últimos 12 meses. Adicionalmente, según datos del Sistema de Salud Pública de 2020, el 72% de las víctimas de violencia sexual registradas fueron niñas y adolescentes”, remarcó Elcarte.
A su vez, en términos de violencia en línea, el “Global Kids Online República Dominicana”, destaca que el 56% de los niños, las niñas y las adolescentes no se sienten totalmente en seguridad a través de la internet, esto a pesar de que usan la web casi el mismo número de horas, encima se percibe que las chicas se sienten menos seguras (66%), que los chicos (59%).
Aun las observaciones que se presentan sobre el matrimonio infantil y las uniones tempranas siguen siendo retos pendientes para América Latina y el Caribe, por ser la única región del mundo donde no han descendido los matrimonios infantiles en los últimos 25 años. Visualizándose que el 22% de las niñas y adolescentes de esta zona geográfica ya está casada o unida antes de los 18 años.
“Localmente ha habido pequeños avances en los últimos cinco años, pero todavía tenemos cifras muy superiores a la media regional, con un 32% de niñas y adolescentes casadas antes de los 18 años, y lo más preocupante: un 9% antes de los 15 años. Estas cifras suben a 49% y 15%, respectivamente entre las más pobres”, afirmó la representante de UNICEF.
OBSERVACIONES Y SUGERENCIAS
De igual modo, la indagación muestra que la COVID-19 elevará los casos de esta nociva práctica en toda la zona mencionada.
Las instrucciones finalizan con las sugerencias hechas por las niñas y las adolescentes consultadas, que se engloban en 7 ámbitos:
- Las niñas y adolescentes demandan vivir libres de violencia: las niñas dicen basta ya de violencia sexual y de explotación sexual, exigen poder estar seguras en casa e ir tranquilas y seguras por la calle, demandan el fin a la impunidad de abusadores y maltratadores; y quieren crecer y vivir sin miedo.
- Las niñas y adolescentes, y aún más las niñas y adolescentes afrodescendientes, piden que no las sexualicen ni las cosifiquen.
- Las niñas y adolescentes quieren ser tratadas sin ninguna discriminación, quieren que sus derechos sean respetados y ser tratadas en igualdad en sus hogares y comunidades y demandan una educación en igualdad.
- Las niñas y adolescentes demandan educación sexual integral.
- Las niñas y adolescentes quieren participar y decidir sobre las cuestiones que les atañen.
- Las niñas y adolescentes necesitan justicia climática para poder vivir y crecer.
- Las niñas y adolescentes deben ser visibles en las estadísticas.
“En este día desde UNICEF hacemos un llamado a la sociedad para que los hombres asuman la corresponsabilidad del mantenimiento y de la educación de los hijos e hijas, para fomentar entornos familiares, culturales y sociales que no discriminen a las niñas sobre los niños; que no las empujemos a un embarazo o una unión a destiempo, de igual forma pedimos al Gobierno que asegure políticas públicas, programas y servicios que eviten la violencia contra las niñas, y que garanticen sus derechos para que continúen en las sendas de la felicidad y no sean víctimas de violencia, de uniones a temprana edad o de embarazos adolescentes”, exhortó la doctora.
Al concluir el comunicado, Elcarte López, enfatizó que: “Hace falta de la unión de todos y todas: las familias, los adolescentes, la comunidad y las instituciones para promover y proteger los derechos de las niñas e intensificar los esfuerzos para que ellas sean conscientes de sus derechos y de todo su potencial, ya que el camino hacia la igualdad de derechos entre niñas y niños aún está salpicado de obstáculos”.