Las medidas anunciadas la víspera por el Gobierno para fortalecer el control migratorio podrían no ser oportunas en un momento de recuperación económica, poniendo en juego la estabilidad de un mercado tan competitivo como el sector construcción.
Así lo consideró este miércoles el presidente de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), arquitecto Jorge Montalvo, en declaraciones a Efe.
El directivo afirmó que la asociación apoya los esfuerzos de regularizar a los trabajadores (extranjeros), pero que estos deben ir acompañados de facilidades y flexibilización en los procesos.
“En términos de cumplimiento a estas normativas, como asociación proponemos habilitar tiempos más cortos para gestionar estas documentaciones, con procesos más eficientes que puedan ser solución”, dijo Montalvo.
El Gobierno concedió un plazo de tres meses para que las empresas se adecuen a las leyes laborales y de inmigración, en especial a la norma que establece que el 80 % de la mano de obra debe ser dominicana, una disposición que está en vigor desde 1992, pero que hasta ahora ha sido papel mojado.
El anuncio, realizado en la noche del martes, causó alarma principalmente en la agricultura y en la construcción civil, sectores en los que buena parte de la mano de obra está compuesta por inmigrantes haitianos en situación irregular.
Para el sector construcción, la mano de obra extranjera es de gran valor porque sustenta las actividades más rudimentarias en las etapas iniciales de los proyectos, opinó Montalvo, quien también dijo que se perjudicaría el bienestar de cientos de familias que dependen de este.
“En este sentido”, consideró, “en las declaraciones del Gobierno no se ha planteado una mesa de trabajo para evaluar las alternativas viables que puedan favorecer el proceso de regularización de los trabajadores del sector de la construcción o analizar los indicadores que puedan impactar negativamente al sector en caso de no implementar procesos ágiles”.
En ese orden, dijo que se hace imperativa una prórroga automática de los procesos de renovación y regulación migratoria que, a su juicio, se han paralizado a causa de la pandemia, y con ello evitar que el sector se pueda quedar sin los trabajadores necesarios para mantener la dinámica actual de los proyectos en ejecución y en proceso de inicio.
Para Montavo, el sector construcción cumple con la ley de emplear el 80 % de mano de obra dominicana traducida en maestros de construcción, varilleros, carpinteros, plomeros, electricistas, terminadores o pintores, que corresponde a los “procesos industrializados” de los proyectos, mientras que el “trabajo pesado” lo completa el 20 % de trabajadores extranjeros.
En cuanto a los salarios del sector construcción, dijo que estos superan a la mayoría de los salarios mínimos del país y los obreros especializados, contratistas y otros profesionales reciben ingresos por encima del promedio de otras profesiones laborales. EFE
