La tecnología no solo facilita la vida. Su constante avance también está siendo aprovechado por ejércitos de todo el mundo. Y el de Estados Unidos, evidentemente, no es una excepción. El país sigue preparándose para la guerra del futuro y para ser capaz de contrarrestar a cualquier estado antagonista en caso de conflicto.
Recientemente su Departamento de Defensa ha compartido imágenes de uno de sus barcos robot experimentales, un USV Ranger que no necesita tripulación humana, lanzando por primera vez un misil. En concreto, uno de los más punteros del país, un SM-6 con peso de 1.500 kilogramos, capacidad para viajar a Mach 3.5 y alcance superior a los 240 kilómetros.
«Son una evolución de los SM-1 y las SM- 2 que tenían las fragatas españolas. Esto ya es un salto notable. Tienen capacidad para derribar misiles balísticos y, supuestamente, para interceptar misiles hipersónicos. Representan un salto tecnológico enorme», explica en conversación con ABC el analista de defensa Jesús Manuel Pérez Triana sobre el SM-6, que puede ser empleado para atacar objetivos en tierra, mar y aire, independientemente de que estén en movimiento.
En este caso, aunque el USV Ranger está capacitado para navegar sin necesidad de que haya nadie a bordo de la embarcación, la política estadounidense requiere que la selección del objetivo y la orden de disparo sean controlados por una persona, como recuerdan desde ‘ New Sciencist’.
La prueba del lanzamiento, que ha sido compartida por el Departamento de Defensa a través de sus redes sociales, está encuadrada dentro del programa Ghost Fleet Overlord (Señor absoluto de la flota fantasma, en castellano), destinado al desarrollo de barcos autónomos. Hasta el momento, las pruebas dentro de esta iniciativa, que lleva activa desde 2017, se han centrado en probar la autonomía de las naves robot en misiones sin asistencia humana.
Además, interesa que los dispositivos sean capaces de evitar a otras tripulaciones cuando estén en alta mar sin necesidad de que un humano se lo ordene. Desde ‘New Sciencist’ apuntan que esta no es la primera vez que un barco robot autónomo lanza un misil. El ejército israelí ya lo consiguió en una prueba en 2017. Sin embargo, remarcan que el SM-6 estadounidense es 100 veces más grande que el proyectil empleado en esa prueba.
ABC