México.- El presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, defendió este lunes haber mantenido una “relación cordial” con su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante sus primeros 100 días al frente del país latinoamericano.
“La relación con el Gobierno de Estados Unidos ha sido cordial. No se usa un lenguaje acusatorio o ríspido, sino la diplomacia y la comunicación permanente”, sostuvo el mandatario mexicano en un acto oficial para valorar su gestión desde que asumió el poder el 1 de diciembre pasado.
López Obrador, quien también lidera el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sostuvo que su Gobierno “no está a favor del uso de la fuerza para contener la migración” sino de “atender las causas que la originan” como la violencia y la falta de empleo.
Por ello, aseveró que su Ejecutivo quiere cooperar con el Gobierno estadounidense, que tiene el “compromiso” de invertir al menos 2.500 millones de dólares en los países centroamericanos y 4.800 millones en México para impulsar el desarrollo económico.
“Esta política se enmarca en la propuesta de crear una cortina de desarrollo para convertir la migración en voluntaria, no en un acto forzado por la carencia y la inseguridad”, dijo ante su gabinete, diputados, senadores, magistrados y gobernadores.
Asimismo, sin hacer referencia explícita a la crisis de Venezuela, reiteró que la posición del Gobierno mexicano en el terreno internacional pasa por respetar la “autodeterminación de los pueblos”, así como la promoción de los derechos humanos y la paz.
México es de los pocos países latinoamericanos que siguen reconociendo al Gobierno de Nicolás Maduro al frente de Venezuela y López Obrador ha defendido en reiteradas ocasiones que la crisis venezolana la deben resolver los propios venezolanos.
Por otro lado, el presidente anunció que a mediados de este año estará listo “el marco legal indispensable para llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública del país”, concepto con el que define su obra de Gobierno, que considera heredera de la independencia, las reformas liberales del siglo XIX y la Revolución mexicana.
López Obrador sostuvo que esta transformación del país, que pretende erradicar la corrupción y la violencia, no requiere de una nueva Constitución pero sí de varias reformas constitucionales.
En ese sentido, recordó que el Congreso ya ha aprobado la creación de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad pública formado por policías y militares, así como una reforma penal que establece la corrupción y el robo de combustible como delitos graves que ameritan prisión preventiva.
También explicó que se está trabajando en una reforma legal para eliminar el fuero del presidente a fin de que este pueda ser juzgado por corrupción, y se pretende impulsar más consultas ciudadanas para consolidar la democracia directa.
Tras perder las elecciones presidenciales en 2006 y 2012 entre acusaciones de fraude electoral, finalmente López Obrador ganó los comicios del 1 de julio de 2018 con 53 % de los votos, convirtiéndose en el primer presidente izquierdista en décadas.
El presidente ha alcanzado los 100 días de Gobierno con una popularidad récord y una aprobación del 80 % de los mexicanos, según varios sondeos publicados los últimos días. EFE