Andrew Cato fue detenido y acusado de mantener en condiciones crueles y de suciedad a 27 perros pitbulls en su hogar en Queens, en la ciudad de Nueva York.
Cato mantenía a los animales en jaulas sucias “parecidas a mazmorras”, torturándolos y abusando de ellos mientras los entrenaba para peleas ilegales de perros, dijeron los fiscales el miércoles. Fue acusado de 92 delitos de crueldad animal y peleas de perros, y podría enfrentar hasta cuatro años tras las rejas.
El dueño los criaba para pelear, manteniéndolos en “recintos sucios y parecidos a mazmorras con poca comida, agua limpia, luz o ventilación”, dijo ayer la fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz. “Varios de los perros presentaban heridas por mordedura y cicatrices típicas de las peleas ilegales”.
Las quejas de los vecinos sobre ladridos y malos olores llevaron a la policía a una casa en 95th Ave. en 130th St., barrio South Richmond Hill, el 28 de julio, informó ayer la fiscalía. Cato se identificó como criador y dijo que comenzó a entrenar perros para poder ganar dinero durante la pandemia, según una denuncia penal.
“Estos son mis perros. La pandemia golpeó y conseguí un nuevo trabajo”, dijo. “He estado trabajando mucho. Crío perros y los vendo”.
Él mismo dirigió a la detective Tara Cuccias del Escuadrón de Investigación de Crueldad Animal de NYPD a un garaje en el patio trasero, donde se encontraban 17 pitbulls. Los canes, muchos de ellos cachorros, dormían sobre el concreto sin ropa de cama adecuada y sucios de orina y heces, y sólo tenían agua sucia para beber, detalló Daily News.
Luego, Cato llevó a la detective al sótano, donde encontró 10 pitbulls más, rodeados de moscas y en condiciones similares, sin ventiladores ni aire acondicionado y con poca entrada natural de aire. La oficial también encontró un puesto de cría que se usa para inmovilizar a una perra y tres “palos de rotura” que fuerzan a abrir las mandíbulas de un perro.
La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad Animal (ASPCA) ayudó a rescatar a los perros y les está proporcionando tratamiento médico y conductual. “Los animales ahora han sido rescatados de las deplorables condiciones a las que el acusado supuestamente los sometió y ya no pueden ser criados para peleas de perros”, dijo Katz.
Cato fue procesado el martes, pero se ordenó su liberación sin fianza. Su abogado no respondió de inmediato una solicitud de comentarios anoche.
A principios de agosto, 10 personas fueron arrestadas y 89 canes fueron rescatados, desmantelando una de las mayores bandas de peleas de perros en la historia del estado Nueva York, que se extendía a los estados vecinos Connecticut y Massachusetts. “A pesar de que las peleas de perros son ilegales en todos los estados, estimamos que las personas que (las hacen) ascienden a decenas de miles y obligan a cientos de miles de perros a entrenar, pelear y sufrir cada año”, denunció Elizabeth Brandler, de ASPCA.
En paralelo, este año se han registrado varias muertes de adultos y niños atacados por perros pit bulls suyos o de sus vecinos, en Nueva York y Jersey. El caso más reciente fue el de un bebé, fatalmente mordido en su apartamento en Brooklyn la semana pasada.
El Diario NY