La gelatina suele ser vista como un refrigerio para los niños o el típico postre de la comida de hospital.
Sin embargo, muchos especialistas señalan que puede ofrecer beneficios para la salud, especialmente si son caseras. Aquí repasamos todas sus propiedades.
La gelatina puede parecer un alimento que surge con la cocina moderna, pero su consumo se remonta a los antiguos egipcios.
También existen registros que indican que el mismísimo Napoleón ordenó repartirla entre sus tropas, ya que se consideraba una práctica manera de consumir una gran cantidad de proteínas.
El término gelatina para denominar la masa que se obtiene de los huesos, comenzó a usarse en el siglo XVIII.
Se obtiene del colágeno procedente del tejido conectivo de diferentes animales. Su principal propiedad nutritiva es la misma que aprovechaba el ejército francés: un contenido proteínico que alcanza entre el 98 y 99%, siendo el resto sales minerales.
También existe una variante llamada Agar Agar, que significa jalea, de origen vegetal, específicamente de las paredes celulares de varias especies de algas de los géneros Gelidium, Eucheuma y Gracilaria.
Gracias a su capacidad termorreversible, la gelatina puede disolverse en agua caliente y volver a solidificarse en agua fría. Esto la vuelve una opción ideal para preparar diferentes salsas, sopas, postres, e incluso medicamentos.
Fantásticas propiedades
Sus beneficios para la salud son similares a los del colágeno ya que contiene los mismos aminoácidos.
Esto deriva directamente del animal del que se extrajo, si este fue criado en condiciones cómodas, con la oportunidad de realizar ejercicio y alimentarse correctamente, la calidad de la gelatina, y de sus bondades, será mayor. Las más destacables son:
Fuente de proteínas
Las proteínas son un macronutriente, por eso, nuestro cuerpo las necesita en grandes cantidades. Entre las mejores fuentes se destacan los productos de origen animal, aunque estos también son ricos en grasas no saludables.
La gelatina solucionaría este problema ya que no contiene grasas y con una taza conseguimos 4 g de proteínas.
Ayuda en la digestión
La gelatina posee una gran cantidad de un aminoácido llamado glicina, que puede promover un revestimiento mucoso saludable en el estómago y estimular la producción de jugos gástricos.
Si a esto se le suma que la gelatina puede unirse al agua corporal, se generan condiciones que permiten un tránsito adecuado de los alimentos, y así, una correcta digestión. Sin embargo, la evidencia proviene de estudios en ratones.
También se la vincula con un mejor control o pérdida de peso, ya que es baja en calorías y alta en proteínas, lo favorece la sensación de saciedad.
Incluso existen estudios que señalan que cumple un importante rol en el control de hormonas asociadas al hambre.
Piel saludable
El colágeno es lo que le da a la piel un aspecto saludable y juvenil. A medida que las personas envejecen, naturalmente pierden colágeno, lo que daña la calidad y apariencia de la piel.
Como la gelatina es una gran fuente de colágeno, se cree que puede ser una forma natural de mejorar la salud cutánea.
Mejora la salud ósea
Algunos estudios clínicos encontraron que la gelatina puede reducir el dolor y mejorar la función articular en personas con osteoartritis.
Esto es posible gracias a su contenido de lisina, un aminoácido que ayuda a fortalecer los huesos y la absorción de calcio.
Debido a que nuestro cuerpo no puede producir lisina, es esencial obtener cantidades adecuadas a través de la dieta, siendo la gelatina una opción práctica y saludable.
Otras funciones
Existen estudios que vinculan a la gelatina con un sueño de mejor calidad, debido a que es rica en glicina.
Los investigadores señalan que los beneficios podrían llegar a verse si se consume aproximadamente 3 g de glicina a diario, lo que equivale a un par de cucharadas.
Este aminoácido también ayuda a prevenir la diabetes tipo 2, debido a que permite un mayor control de los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, en ambos casos se necesita más evidencia que respalde las asociaciones.
Precauciones
La gelatina industrializada o la que se encuentra en dulces y malvaviscos masticables suele tener un alto contenido de azúcar.
Por eso, los expertos recomiendan consumir las opciones caseras. Para hacerla solo es necesario hervir los huesos por varias horas, colar y dejar enfriar el caldo.
Luego se puede condimentar y sumar agregados para preparar diferentes platillos o postres.
En caso de no querer prepararla, existen cápsulas y suplementos en el mercado. Sin embargo, estos no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., por lo que es importante discutir su consumo antes con un profesional de la salud.
Los expertos también advierten que un error común es confundir a la gelatina como un sustituto de las frutas. Y si bien sus efectos secundarios no se han estudiado y se considera que no son graves, como todo alimento se recomienda comerla con moderación.
Fuentes consultadas: Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.
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