Establecer una relación con una persona que tiene hijos es todo un reto, pero también puede ser una experiencia maravillosa. Te ofrecemos algunas pautas para evitar los obstáculos frecuentes.
El concepto de familia ha cambiado y se ha diversificado con el paso de los años. Entre los múltiples nuevos modelos se encuentran las familias reconstituidas, es decir, aquellas en las que uno o ambos adultos tienen hijos de relaciones anteriores. Si te encuentras en esta situación, probablemente una de las cuestiones que más se te presenten sea la siguiente: “¿cómo he de tratar a los hijos de mi pareja?”.
Es, sin dudas, una situación exigente y desafiante. Sin embargo, también puede constituir una vivencia grata y enriquecedora. Para rescatar y potenciar los aspectos más positivos y evitar, en la medida de lo posible, los problemas más comunes, te ofrecemos algunas pautas básicas.
¿Cómo llevar una relación de pareja con alguien que tiene hijos?
Cada relación es un mundo, pero cuando existen otras personas involucradas en la ecuación (en este caso, los hijos) se presentan una serie de retos que otros no tienen que afrontar.
No obstante, con amor, respeto y comunicación por ambas partes es posible disfrutar de un maravilloso vínculo. Para lograrlo, ten en cuenta los siguientes aspectos.
Acepta la situación
Si tú también eres padre o madre serás más consciente de lo que implica la vida en familia. Sin embargo, si tu pareja tiene hijos y tú no, tal vez te cueste hacerte a la idea de cómo va a afectar esto a la relación. Los niños necesitan cuidados, atención y presencia.
El trabajo de un progenitor es a jornada continua. Es posible que no puedan salir hasta tarde. Sus planes incluirán actividades infantiles y puede suceder que, a mitad de la noche, uno de los niños termine trasladándose a vuestra cama.
Aceptar que no solo te estás uniendo a una persona, sino a una familia completa, puede ser complicado, pero es imprescindible. No puedes recriminarle estos aspectos ni pedirle que se desentienda de sus hijos en favor de la relación. La comprensión y el apoyo son fundamentales.
Establece límites
Iniciar una relación con una persona que tiene hijos puede colocarte en una posición incierta y ambigua. Por ello, es importante que hables con tu pareja y establezcáis algunos puntos básicos.
Por ejemplo, qué espera cada uno de la relación, qué rol vas a adoptar en la vida de sus hijos o hasta dónde llega tu responsabilidad con ellos. Clarificar estos aspectos desde un inicio puede evitar malentendidos y reproches en el futuro.
Cuida la relación de pareja
Pese a que tú no seas el padre o la madre de las criaturas, existirán muchos momentos de convivencia. Es posible que tu pareja y tú caigan en la absorbente rutina de atender a los niños y descuiden el vínculo entre ustedes.
Encontrar espacios y tiempo para estar a solas para seguir construyendo intimidad emocional es muy necesario, demanera que no caigan en la insatisfacción.
4 consejos para tratar a los hijos de tu pareja
Es normal que en un inicio no sepas cómo tratar a los hijos de tu pareja, ya que se trata de una situación que puede generar inquietud en todos los involucrados. Por ello, te compartimos algunos consejos que pueden ayudarte a tener una experiencia más agradable.
1. Ve paso a paso
Adaptarse a esta nueva estructura familiar puede resultar complicado para todos. Por eso es necesario que se den tiempo.
Procura que los acercamientos a los hijos de tu pareja se produzcan de manera progresiva. Primero en lugares neutrales y, más adelante, comenzando pequeños momentos de convivencia antes de compartir plenamente el hogar.
Del mismo modo, no esperes que la relación fluya de forma magnífica desde el primer momento. Si esto sucede, ¡fantástico!, pero es probable que en un inicio el trato sea más frío y distante. Es natural, sé paciente contigo y con ellos.
2. Sé comprensivo
Con frecuencia, la primera reacción de los niños ante la nueva pareja de uno de sus progenitores es el rechazo. No te lo tomes como algo personal.
Trata de comprender que se trata de una circunstancia complicada para ellos, que implica la pérdida de lo conocido y ante la que pueden sentir miedo y desconfianza. Dales espacio y trata de mostrarte disponible, pero no invasivo.
3. Construye una relación
Los niños son personas y, al igual que ocurre con los adultos, la afinidad puede ser mayor o menor. Sin embargo, resulta positivo tratar de buscar puntos comunes que les permitan construir un vínculo propio.
Tal vez compartan algún interés sobre el que puedan charlar o un pasatiempo que les agrade a ambos. Pasar tiempo juntos realizando actividades ayudará a forjar una relación de confianza y cercanía.
4. Ocupa tu lugar
Es importante que tengas presente que no eres el padre o la madre de esos niños, por lo que la autoridad final y las decisiones corresponden a sus progenitores. Sin embargo, como uno de los adultos a su cargo y como pareja de su padre o madre, es necesario que exista respeto.
Tratar a los hijos de tu pareja es un desafío
Tratar a los hijos de tu pareja requerirá paciencia, comprensión y perseverancia. Pero, en cualquier caso, recuerda priorizarte y cuidar tu salud mental y tu bienestar emocional durante todo el proceso.
Asegúrate de comunicarte de forma fluida y asertiva con tu pareja y busca acompañamiento profesional si sientes que lo necesitas.
Fuente: Mejor con salud