No solo la pandemia del coronavirus está causando estragos en los hospitales de la República Dominicana, ya que los accidentes de tránsito también está representando un costo alto para las autoridades sanitarias del país, con un promedio entre 300 y 700 mil pesos por cada accidentado.
En lo que va de año, más de 300 personas han muerto en las carreteras, autopistas, avenidas y calles de la República Dominicana en accidentes automovilísticos, mientras 867 fallecimientos han sido reportados en el mismo lapso de tiempo por Salud Pública a causa del coronavirus, aunque no todos esos decesos han ocurrido en el 2021, ya que en el sistema de notificaciones se producen entaponamiento de registros.
Según estadísticas del Programa de Reducción de Morbilidad por Accidentes de Tránsito (Premat) del Ministerio de Salud Pública, a pesar de que la pandemia durante el año pasado redujo estos indicadores en más de un 10%, en los menos de tres meses que va de año se ha producido un aumento en las muertes por siniestros viales.
Para hacer frente a la situación, desde el Departamento de Salud Mental y otras dependencias del Ministerio de Salud Pública se articulan una serie de acciones, especialmente focalizadas al asueto de Semana Santa.
Respetar las normas de tránsito y llevar a cabo el protocolo preventivo contra el COVID-19 son algunas de las recomendaciones por parte de las autoridades.
Durante el 2020 la República Dominicana, cuando el país vivió sus momentos de más drásticas restricciones, se registraron 1,732 muertes por accidentes de tránsito, lo que representó el 72% del número de muertes registrado por la pandemia el año pasado, según consta en un reportaje del programa Nuria Investigación.
El plan de seguridad del presidente Luis Abinader presentado esta misma semana contempla la reducción de accidentes de tránsito en los puntos más críticos, por lo que se equipará a agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) con dispositivos para controlar las velocidades.
En la región de las Américas, el país, junto a Venezuela y Santa Lucía, tiene una tasa de mortalidad causada por el tránsito dos veces superior a la promedio regional, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
