Ocho personas fueron asesinadas en tres salones de masaje, donde posiblemente se realizaban prácticas sexuales, en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos.
Siete de las víctimas eran mujeres, de las cuales seis eran asiáticas por lo que la Policía considera se trata de una práctica racista.
Hasta el momento se encuentra detenido Robert Aaron Long de 21 años quien trató de escapar de las Policía y fue arrestado a 250 kilómetros del lugar del delito.
Las escenas del crimen se encuentran a 50 kilómetros entre sí y las autoridades estiman que Long cometió el acto siniestro de forma premeditada.
De acuerdo con los datos de la organización Stop AAPI Hate (AAPI con las siglas de Asiático-Estadounidenses e Isleños del Pacífico), el año pasado hubo 3.800 agresiones contra la comunidad asiática en Estados Unidos, un 35,7% más que el año anterior. Muchas de esas acciones son de escasa entidad y quedan sin denunciar, como el caso del afroamericano que roció con insecticida a un asiático en el metro de la ciudad en un ataque que fue grabado con un teléfono móvil y colgado en YouTube, donde se hizo viral.