(EFE).- El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) de Honduras exigió este miércoles la “renuncia indeclinable” del presidente Juan Orlando Hernández y que se someta a la Justicia por los señalamientos de presuntos vínculos con el narcotráfico consignados en documentos judiciales en Estados Unidos.
En una carta pública, la directora del CNA, Gabriela Castellanos, recordó a Hernández que él es el “primer ciudadano comprometido y responsable de velar por el bienestar común de todo el pueblo hondureño”.
Sin embargo, añade, “dada la situación de no cumplir con sus altas funciones de lealtad y compromisos contraídos con la nación en actos reñidos con los valores de la República que quiebran no solo las bases del Estado de derecho, sino esos principios a los que está obligado como funcionario para promover y defender el país, se le exige la renuncia indeclinable a su investidura”.
El CNA se suma a otros sectores que desde los últimos tres años le vienen pidiendo la renuncia a Hernández, luego de su polémica reelección en los comicios generales de noviembre de 2017, mediante “fraude”, según la oposición.
El gobernante debe renunciar para que “se someta a la Justicia donde se le ha dado seguimiento, investigación y señalización en los documentos judiciales” presentados en la Corte de Distrito Sur de Nueva York, “visto que ha ignorado los preceptos éticos que recaen sobre usted y que hoy se sienten socavados”, señaló el CNA.
El ente anticorrupción indicó que Honduras enfrenta “una encrucijada de su destino” que obliga a que la exigencia pública de la renuncia de Hernández “sea urgente e irrevocable ante el Congreso Nacional dentro de parámetros constitucionales y legales, en sesión parlamentaria urgente y en el pleno derecho soberano de nuestro pueblo”.
“No será la manifestación de quién se doblega ante la ley, sino la proyección de la hombría, responsabilidad y fortaleza. ¡Es hora que lo demuestre, señor presidente!”, subrayó en la carta.
DEBER PATRIÓTICO
Castellanos dijo estar “convencida de que esta carta pública es un deber patriótico que contribuye a su clara y firme decisión de ordenar el proceso de cambios”.
Además, aprovechó para expresar “gratitud a la inmensa mayoría del pueblo hondureño por su compromiso y solidaridad en estas horas oscuras que serán fundamentales para construir un mejor país, con moral y justicia”.
En enero pasado, fiscales federales de EE.UU. aseguraron que Hernández protegió al narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez a cambio de grandes sobornos, incluso usando al Ejército para facilitar sus actividades, ahondando en las alegaciones que ya plantearon durante el juicio por tráfico de drogas contra su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández.
El hermano del gobernante espera condena por narcotráfico en Estados Unidos.
En una moción presentada ante un tribunal de Nueva York, los fiscales detallan la supuesta relación de Hernández con Fuentes Ramírez, un presunto narcotraficante hondureño que fue detenido en Miami en marzo de 2020.
En el escrito de la Fiscalía no se nombra explícitamente al presidente hondureño, al que se identifica como cómplice o coconspirador número 4 (CC-4), pero su identidad es fácilmente reconocible por las referencias a su cargo y a su hermano “Tony” Hernández, que fue declarado culpable de narcotráfico en Estados Unidos.
Fuentes Ramírez, según los fiscales, mantuvo varios encuentros en 2013 y 2014 con Juan Orlando Hernández y le pagó grandes cantidades de dinero para que protegiera sus actividades y aceptara usar a las fuerzas armadas como protección para sus actividades de narcotráfico.
El 14 de enero de 2021, los diputados opositores Luis Redondo, Jorge Cálix y David Armando Reyes solicitaron al Parlamento que se abriera un “juicio político” contra Hernández y su posterior destitución por su vinculación en Estados Unidos “con múltiples juicios de narcotraficantes”.
Hernández rechazó hoy de nuevo las acusaciones que le han hecho narcotraficantes hondureños en Estados Unidos y las atribuye a reacciones de ellos por los golpes que recibieron en el país centroamericano por dedicarse al tráfico de drogas.