SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los centros de uñas han proliferado en los últimos años en muchos países. En República Dominicana estos centros se expanden por doquier, pero en estos espacios la bioseguridad es mínima.
Son espacios donde decenas de personas reciben el servicio de tratamientos a las manos y a los pies y la postura de uñas acrílicas.
El periódico, The New York Times, publicó el 8 de mayo del 2015 un amplio reportaje presentando el problema al que se exponen muchas empleadas inmigrantes a la hora de laborar en estos centros de uñas, pues trabajan hasta 12 horas diarias en contacto con los químicos que conflueyen en este negocio y muchas aseguran han sufrido abortos espontáneos y enfermedades cutáneas.
A veces se trata de lugares pequeños, donde el fuerte olor a los químicos se concentra con facilidad y los empleados trabajan sin guantes y sin mascarillas.
Marcos Rodríguez, experto en química, advierte que “El metacrilato, que es la sustancia que se está utilizando en las uñas postizas, es una sustancia que tiene riesgos a la salud y está entre la lista dentro de las sustancias tóxicas, y exponerse a esta sustancia sin protección puede ser perjudicial para la salud”.
La Junta de Calidad Ambiental Asistencia Técnica a Pequeños Negocios de Puerto Rico, publicó un listado de los químicos que se utilizan en estos negocios, su uso y efectos potenciales a la salud. El primero en la lista es la acetona, cuyo uso es para remover el esmalte y la pega de las uñas acrílicas; puede tener efectos como dolor de cabeza, mareos, irritación en la piel y ojos, falta de apetito, insomnio y depresión.
El benceno, que es una sustancia que pega las uñas, dice que puede ser causante de debilidad y hasta de cáncer.
Butyl metacrylate, es el acrílico líquido para uñas artificiales de porcelana, puede causar desde irritación en los ojos, falta de sueño y concentración, hasta depresión y asma.
Isobutyl methacrylate, se utiliza en el líquido acrílico para uñas artificiales, puede potenciar la irritación de los ojos, piel, garganta y pulmones y altas concentraciones pueden hacer perder el apetito.
“Por ejemplo la Oshea, que es la entidad que rige lo que es la exposición a los químicos, establece que el umbral de exposición de personas que trabajan con esta sustancia no puede ser más de 100 ppm en una jornada de 8 horas de trabajo”, agrega Marcos Rodríguez. 100 ppm sería el equivalente a 100 miligramos de acrílico por metro cubico de aire.
La Administración Federal de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos, (O.S.H.A.), que monitorea la seguridad en los lugares de trabajo, realizó una guía, donde habla a las manicuristas, de los riesgos a la salud a los que se exponen. Por ejemplo nombra al compuesto Tolueno (esmalte de uñas, adhesivo para uñas): dice que puede causar piel seca o agrietada; dolores de cabeza, mareos y adormecimiento del cuerpo; irritación de los ojos, nariz, garganta y pulmones; lesiones en el hígado y riñones; y algo muy preocupante, daños al feto.
También en esta guía invitan a tomar varias medidas de bioseguridad, como usar mascarillas ajustables. Recomiendan el uso de máscaras filtrantes que sirven para protegerse contra el polvo, los virus y los gérmenes, y las mascarillas (medias máscaras) provistas de cartuchos químicos las que protegen contra la inhalación de vapores. No se trata de mascarillas simples de las que venden en las farmacias, sino que deben comprarse en tiendas especiales de bioseguridad. Las que usan en los centros locales, no son las recomendadas.