“Son la herramienta de salud pública más importante y poderosa que tenemos”, dijo el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield, al testificar ante un subcomité del Senado de Estados Unidos, y sugirió que las mascarillas pueden ser incluso más efectivas que una vacuna para limitar la propagación del COVID-19.
A su vez, recomendó 4 cosas: “Usar una máscara, mantener distancia social, lavarse las manos y ser inteligente con las multitudes. Si hacemos esas 4 cosas, este brote se acabará”. Pero muchas personas no lo cumplen y es así como los casos de coronavirus siguen aumentando cada día más.
Una investigación publicada en The New England Journal of Medicine reveló que la mascarilla es uno de los pilares del control de la pandemia del COVID-19, y que el enmascaramiento facial universal puede ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad y garantizar que una mayor proporción de nuevas infecciones sean asintomáticas.
1- Higienizar las manos antes de manipular el tapabocas.
2- Revisar que el tapabocas se encuentre en un estado óptimo para ser utilizado.
3-Chequear que la mascarilla se encuentre del lado correcto.
4- Que cubra el rostro desde el puente de la nariz.
5-Sujetar la mascarilla alrededor de las orejas.
6-Cubrir completamente el rostro desde el puente de la nariz hasta debajo del mentón. No dejar ningún espacio ni huecos del rostro.
7-Reemplazar el tapabocas en caso de que se humedezca.
8-No tocar el tapabocas mientras está en uso. Si se hace, hay que lavarse las manos de manera inmediata.
9-Para sacarse la mascarilla hay que ir de atrás hacia adelante desatándolo con las manos limpias.
10- Luego de usarlo, lavarlo inmediatamente a mano o en el lavarropas.
11-Al finalizar, lavar las manos con agua y jabón.