Los modelos econométricos del Banco Central proyectan que en el 2020 la economía cerraría con una variación del PIB real del orden de -6.7%/-6.8% y que durante el 2021 el crecimiento se ubicaría en torno al 6.0%, por encima del ritmo potencial.
Esto debido a la presente crisis sanitaria ha generado efectos económicos severos en la economía dominicana, pero se espera que los mismos sean transitorios.
El Banco Central estima que esto sería posible gracias a los fuertes fundamentos macroeconómicos y la gran resiliencia del sector privado dominicano para recuperarse de los choques de oferta y demanda tanto externos como internos.
En el caso particular del turismo, el consenso de los analistas apunta a que la industria de viajes irá repuntando gradualmente y la República Dominicana en ese escenario continuaría liderando la región del Caribe Insular y Centroamérica en términos de recepción de turistas.
En términos de valor agregado, la actividad hoteles, bares y restaurantes ha sido una de las afectadas de manera más notoria por la pandemia, al registrar una variación relativa de -71.3 % en el resultado del PIB del trimestre abril-junio de 2020. No obstante, resulta importante destacar que las cifras más recientes del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) a noviembre 2020 evidencian una recuperación de la actividad, acumulando una variación relativa interanual menos negativa (-47.9 %), tendencia que se espera que continúe mejorando, conforme la propagación del virus siga disipándose, ahora con la vacunación masiva a nivel internacional, y esto a su vez permita que el desempeño económico global intensifique su tendencia a la recuperación.
Igualmente se prevé que la ventaja comparativa que posee el país en cuanto a la baja densidad de sus edificaciones hoteleras, junto a las medidas de prevención implementadas que han generado niveles mínimos de contagios en los polos turísticos, afianze el camino sostenido hacia la reactivación de la industria turística dominicana.