Roma, 21 dic (EFE).- Italia impuso desde hoy limitaciones a los viajes entre regiones, con algunas excepciones, una medida destinada a frenar la propagación del coronavirus y con la que el país empieza a prepararse para el confinamiento navideño de esta semana.
El Gobierno italiano ha llevado a cabo “el sacrificio” de limitar la movilidad durante esta semana en la que dará inicio la apreciada Navidad y las primeras restricciones, las más leves, entran en vigor ya desde este lunes 21 de diciembre.
Desde hoy queda prohibido cualquier viaje entre regiones del país, así como desde o hacia las provincias autónomas de Bolzano y Trento (norte), si no es por motivos de estricta necesidad, laborales o para regresar al lugar de residencia.
Tampoco se permite cambiar de región para alcanzar segundas casas.
Italia detecta un contagio de coronavirus con la variedad de Reino Unido
De este modo los italianos emprendieron el viaje de regreso a sus casas ya desde el pasado fin de semana, el último de posibilidad legal de hacerlo, sobre todo desde el industrializado norte hacia el sur.
Por ello en estos días ha sido prácticamente imposible encontrar un billete de tren disponible y los pocos que quedaban era a precios elevados.
La fecha límite para volver al hogar es el miércoles, pues al día siguiente, el 24 de diciembre, Nochebuena, el país quedará confinado durante todo lo que queda de semana, hasta el domingo.
El Gobierno ha ordenado el cerrojazo de los días grandes de Navidad y sus vísperas. Así, el 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre y el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero no se podrá salir de casa salvo por comprobadas necesidades de trabajo, urgencia o salud y quedarán prohibidos los desplazamientos entre las distintas regiones.
No obstante habrá una excepción a estas reglas: en los días de cierres se permitirán las visitas familiares, pero solo si se desplazan máximo dos personas dentro del mismo municipio, además de hijos menores de 14 años, que no se contabilizan.
El resto de días (solo el 28, 29 y 30 de diciembre y el 4 de enero), las restricciones serán menos severas: los italianos podrán circular dentro de su ciudad y en caso de vivir en un pueblo de menos de 5.000 habitantes podrán salir de él en un radio de 30 kilómetros, aunque sin la opción de visitar capitales de provincia.
En cualquier caso, hasta el día de la Epifanía, el 6 de enero, seguirá vigente el toque de queda en todo el país, que empieza a las 22.00 locales (21.00 GMT) y concluye a las 5.00 horas (4.00 GMT).
Con todas estas medidas, entre otras, Italia trata de mantener a raya al virus, dado que sigue registrando niveles elevados de contagio a pesar de las limitaciones decretadas a principio de mes.
El último boletín del Ministerio de Sanidad, del domingo, cifra en 15.104 las personas infectadas en las últimas veinticuatro horas, mientras que 352 perdieron la vida, lo que aumenta a 68.799 el balance de víctimas mortales desde el pasado febrero.
Por otro lado preocupa también la nueva variante del virus localizada en Reino Unido, una cepa que ya ha llegado a Italia.
Las autoridades sanitarias de Italia confirmaron en la noche del domingo el caso de un sujeto contagiado con la misma mutación de coronavirus detectada en Reino Unido.
El paciente y su pareja habían llegado a Italia “en los últimos días” con un vuelo aterrizado en el aeropuerto romano de Fiumicino y han sido puestos en aislamiento. Los medios informan de que se trata de una mujer y que presenta una “fuerte carga viral”.
En cualquier caso Italia ha suspendido hasta el 6 de enero todos los vuelos procedentes de Reino Unido y prohíbe la entrada a todas aquellas personas que hayan pasado por ese país en las últimas dos semanas.
Los que ya estén en territorio nacional deben realizarse la prueba cuanto antes.