En este asentamiento indígena, no se espera que ondee la bandera del arcoiris. Pero los homosexuales saben que son aceptados.
Ubicada en la ribera del Amazonas, Nazareth es una comunidad pionera entre los pueblos originarios de Colombia para el reconocimiento de personas que se identifican como miembros de la diversidad sexual.
Saúl Olarte, maestro de baile, miembro de la comunidad Tikuna, “Dentro de la comunidad nosotros como población LGB somos los que inculcamos, somos los que apoyamos en eventos, en actividades que realiza la comunidad, nosotros somos los que estamos ahí siempre.”
Integrantes de otras tribus huyen de sus lugares de origen por el rechazo sufrido por su sexualidad y vienen hasta Nazareth, ubicada a una hora de navegación de Leticia, capital del departamento colombiano de Amazonas, en la frontera con Brasil y Perú.
Nilson Silva, miembro de la comunidad Tikuna, “Todas mis hermanas son mujeres y sabían que nosotros (con su hermano, ed.) éramos, pues que yo era gay, especialmente mi padre me rechazó de la casa y para mi era bien difícil.”
Pero hablar de una comunidad LGBT en Nazareth puede ser exagerado. Son una veintena de homosexuales que a cambio de vivir aquí, se autoimpusieron límites.
En público se restringen los besos y por ahora no se permite a los transexuales ni parejas conviviendo bajo el mismo techo.
Alex Macedo, líder la comunidad de Nazareth, “Tenemos un reglamento donde digamos no se permite ninguna organización de LGB, que ellos estén así sueltos, que estén como están ahorita, que sea un sistema de vivencia cotidiana normal. Pues no se permite que ellos hagan una agrupación.”
No obstante, Nazareth ofrece un refugio para estos indígenas “guechi”, como se le conoce a los homosexuales en lengua tikuna.
Junior Sangama, miembro de la comunidad Tikuna, “Me gustaría que aceptaran que una persona del grupo LGB tuviera su pareja, pero no en este momento sino digamos nosotros como miembros podríamos luchar por ese proceso que más adelante los chicos que vienen atrás, las futuras generaciones tengan esa oportunidad.”
Tradicionalmente, los grupos originarios asentados a lo largo del Amazonas rechazan a los homosexuales por considerar que siguen tendencias de gente blanca y una agenda urbana e impuesta. Es por eso que el caso de Nazareth resulta trascendental para que los gays de la comunidad sepan que pueden ser aceptados.
AFP