México, EFE.- La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la organización Hospitalidad y Solidaridad abrieron este miércoles en la sureña ciudad mexicana de Tapachula, en la frontera con Guatemala, el primer albergue del país dedicado exclusivamente a la atención de personas refugiadas y solicitantes de asilo.
“El incremento del número de personas que llegan a Tapachula en búsqueda de protección como refugiados derivó en la necesidad de fortalecer la capacidad existente en esta ciudad para recibir a las personas en condiciones dignas y seguras”, informaron ambas instituciones en un comunicado.
Por este motivo, decidieron abrir este albergue, que tiene una capacidad para 300 personas y cuya construcción “fue financiada en su totalidad” por la agencia de Naciones Unidas.
Es “el primer albergue del país dedicado exclusivamente a la atención y acompañamiento de personas refugiadas y solicitantes de asilo”.
“El albergue que se inaugura hoy busca prestar servicios mediante un modelo basado en la dignidad, el respeto, la eficiencia, la sustentabilidad y la vinculación con otros actores (sociedad civil, academia, gobierno e iniciativa privada)”, detallaron.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Tapachula, en el suroreintal estado de Chiapas, se regsitran más del 60 % de las 36.000 solicitudes de asilo que ha recibido el país en 2020.
“Los albergues de la sociedad civil constituyen la columna vertebral de la respuesta humanitaria en México. Cada vez más, vemos que incrementan su capacidad para brindar asistencia integral a las personas que han huido de violencia y persecución en sus países y solicitado asilo en este país”, señaló Mark Manly, representante de Acnur en México.
Además de refugiados, el albergue recibirá a solicitantes de asilo que salieron de las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM) bajo el programa Alternativas a la Detención, que les permite buscar refugio en libertad.
Acnur y Hospitalidad y Solidaridad recordaron que las leyes migratorias “prohíben la privación de libertad de niños y niñas en estaciones migratorias, incluyendo los acompañados por familiares adultos”.
“En el nuevo escenario propiciado por la pandemia, acciones como esta dejan en claro que la solidaridad es el camino para la construcción de una verdadera y efectiva integración para esta población en situación vulnerable”, señaló Alonso Hernández, director de Hospitalidad y Solidaridad.
Desde 2018, se incrementaron las caravanas de migrantes, principalmente centroamericanos, que huían de sus países y atravesaban México a pie, en buses o en trenes de carga para llegar a Estados Unidos.
Ante la amenaza del Gobierno de Donald Trump de imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador militarizó en 2019 la frontera con Guatemala para frenar los cruces y aceptó acoger en México a los migrantes que esperan a recibir asilo en Estados Unidos.