Redacción N Digital.- El COVID-19 ha impactado todos los sectores económicos y sociales, afectando además las festividades que tradicionalmente se celebran en el mundo.
Tal es el caso de “Black Friday”, una fecha que los comercios aprovechan para vender sus productos a precios módicos, generando de esa forma la aglomeración de cientos de personas, desde tempranas horas de la madrugada, e incluso, muchas empresas contrataban personal para amanecer vendiendo.
En comparación con otros años, la propaganda para este Viernes Negro ha disminuido significativamente, ya que, debido a las medidas adoptadas para enfrentar la crisis sanitaria por el COVID-19, las tiendas tienen prohibido permitir multitudes. Muchas se han limitado a lo digital, mientras que otras empezaron las ofertas desde hace ya varias semanas.
Por ejemplo, Plaza Lama, una de las empresas que se considera pionera de esta celebración en el país, inició el “viernes negro” desde inicios de noviembre.
La publicidad que realizaban las compañías en años previos abarcaban miles de vallas, y decenas de hojas en periódicos de circulación nacional. Todo esto, antes de que la pandemia del coronavirus llegara a cambiar el mundo.
El COVID ha impulsado las compras por internet
La pandemia ha impulsado el comercio por internet de cara al Black Friday. En las redes sociales es muy común ver ofertas con servicio de entrega de productos de belleza, ropa, maquillaje, entre otros.
Las tiendas y distribuidores virtuales como Amazon, E-bay, Shine, han potencializado sus mercancías a bajo precio, y son las que mayores beneficios obtendrán para este fecha, ante el confinamiento.
¿De dónde surge Black Friday?
Esta celebración tiene origen en la década de los 60, cuando el comercio minorista de Estados Unidos decidió poner en marcha una estrategia para aumentar sus ventas frente a las fiestas navideñas.
De acuerdo con la versión más popular, a partir de 1975 se popularizó el término ya que el viernes posterior al día de Acción de Gracias en Estados Unidos arrancaba la campaña navideña de ventas y las tiendas pasaban de los números rojos a los números negros, de ahí el ‘Viernes negro’.