Roberto Marte
Santo Domingo
Si bien es cierto que todo medio de comunicación tiene un grado de responsabilidad sobre el contenido que produce y comparte, no podemos olvidar quienes son los verdaderos responsables de que un contenido se haga viral o que una canción se vuelva el éxito más escuchado, y esos son; los seguidores, quienes durante largos años han jugado un papel importante en las vidas de los artistas haciendo que sus canciones lleguen a millones de personas en cuestión de horas.
“Si nos vamos a buscar un culpable desde el fanático que le da like, desde el que los comparte todos somos culpables porque independientemente en algún momento le hemos dado like a una publicación en algo viral de un artista o lo hemos compartido en un grupo de WhatsApp; es decir que su vamos a buscar un culpable va desde el que lo publica, el que lo hace, el que le da like; todos somos culpables”, explica el comunicador y locutor de música urbana Luinny Corporan.
Nuestro país no se escapa de esos personajes o artistas que han creado, o mejor dicho, han desatado una ola de críticas entre sus seguidores para darse a conocer y buscar fama (muchas veces efímeras) para lograr coloquialmente como decimos en dominicana ¨buscar sonido¨.
Otros casos son los de aquellas figuras que ya tienen un nombre en la industria del entretenimiento, pero que por cualquier motivo ya no están en la palestra y tienen que hacer algo (muchas veces vergonzoso) para poder de nuevo llegar al mundo del espectáculo.
En el 2015, el cantante de música urbana Emanuel Herrera Batista, conocido en el mundo artístico como ¨El Alfa¨ desató una ola de críticas luego de un grotesco episodio en la Plaza La Bandera insultando a los Padres de la Patria. En un video de 11 segundos difundido en las redes sociales se escuchó al cantante con una fuerte palabra refiriéndose a Duarte, Sánchez y Mella.
Al artista se le impuso limpiar la Plaza de la Bandera por 15 días y entonar el Himno Nacional. Y tras ese escándalo el artista tomó al parecer tomó conciencia de lo ocurrido y hoy es uno de los cantantes urbano más reconocido internacionalmente.
El youtuber Carlos Montesquieu, le fue interpuesta una fianza de medio millón de pesos de garantía económica y presentación periódica como medida de coerción, luego de ser sometido a la justicia por mostrar sus partes íntimas y supuestamente simular tener relaciones sexuales dentro de un ascensor en una plaza comercial de Santo Domingo, con otro hombre identificado como ¨Etervidos¨.
En un video colgado en las redes sociales en mayo del 2019 muestra a los dos hombres realizaron actos indecorosos simulando relaciones sexuales con los pantalones abajo, en presencia de niños y personas adultas, así como exhibiendo partes íntimas.
“Hay artistas que han tenido problemas con la justicia pero es por no conocer la ley es por no tener una persona al lado que le diga ´espérate no hagas eso por porque hay problemas con tu carrera y contigo”, explica el locutor Luinny Corporan.
Otro caso reciente, es el del exponente urbano conocido como Cherry Scom, que en un acto de atrevimiento y vestido sólo con un pantalón corto se lanzó a la fuente pública del municipio de La Vega y fue sometido a la justicia por el alcalde de dicha provincia, Kelvin Cruz.
El intérprete llegó a un acuerdo con la Procuraduría Fiscal del Distrito Judicial de La Vega para pedir disculpas públicas y realizar trabajos comunitarios, pero parece que no lo tomó muy en serio, pues, Cherry aprovechó su castigo para grabar un video musical titulado “Barriendo”, que trata sobre el mismo tema por el cual tuvo molestia con los munícipes.
Otro video mostró el momento que el cantante Chimbala a bordo de un lujoso vehículo Mc Laren 570s color blanco valorado en más de 170 mil dólares, es decir, casi 10 millones de pesos se mostró conduciendo a unos 123 kilómetros, en la avenida 27 de febrero de la ciudad capital, cuando sólo se puede transitar a sólo 60 kilómetros.
Ese video subido a las redes le costó a Chimbala que la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Diggest) lo multara informando a través Twitter que ¨el músico violó la ley 63-17, al conducir de manera temeraria o descuidada y excediendo los límites de velocidad establecidos¨.
El inicio de clases el pasado 2 de noviembre en el que el Minerd apostó en ser el día más esperado por los estudiantes, pero ahora de forma digital, dejó un trago amargo a las nuevas autoridades gubernamentales luego que el cantante Cristofer Hernández, conocido como ¨Yomel El Meloso¨ decidiera utilizar ese mismo lunes el lanzamiento en las redes sociales de su tema musical ¨Desacato Escolar¨.
El video que circuló se ve a un grupo de muchachos con uniformes ya en desuso (caqui con azul), imitando una gira de estudiantes de colegio o escuela dentro de un bus amarillo y cantando el tema de contenido explícito de Yomel El Meloso. Incluso, se puede interpretar en las imágenes y expresiones, promoción de sustancias prohibidas.
Ante la afrenta en el tema musical el Ministerio de Educación procedió a querellarse contra el protagonista del audiovisual.
En la querella enviada a la Fiscalía se argumenta infracciones al Código Penal Dominicano, ley 136-03, al Código del Menor y a la Ley de Drogas 50-88, por la incitación al uso de drogas.
El Minerd alegó en el documento que recibieron numerosas denuncias a través del sistema 311, que indican la existencia de un video en las redes sociales titulado “desacato escolar”, donde el urbano aparece utilizando jóvenes con ropa escolar, fomentado el consumo de marihuana y la sexualidad en los estudiantes.
Y pese a querer retractarse de los hechos, Yomel El Meloso colgó en su Instagram un comunicado pidiendo disculpas al país y al Minerd por el video, al mismo tiempo que decidió borrar de sus cuentas el video musical.
Sin embargo, en varias plataformas aún se puede reproducir el contenido grotesco y obsceno.
En nuestro país, existen miles de usuarios en las redes sociales que crean contenido educativo, muchos artistas con canciones hermosas que promueven valores, pero no reciben más que el apoyo de un círculo muy limitado. Los señalados como responsables de compartir y producir el contenido catalogado de calidad, con sentido social y educativo, pero nuestra sociedad no lo hacen viral, no lo promueven ni les importa. Mientras que los denominados músicos urbanos son los más que más rápido se viralizan tras arrastrar a un grupo de personas que buscan lo obsceno y las vulgaridades de las redes sociales.