Al menos 20 niños han resultado heridos en una escuela primaria de Pekín después de que un antiguo empleado del centro cargase a martillazos contra los menores como represalia por la decisión de las autoridades de no renovarle el contrato, según fuentes policiales citadas por la televisión estatal.
El supuesto agresor, de 49 años, fue detenido tras el ataque, ocurrido en el distrito de Xicheng.
De los 20 niños heridos, tres han sido evacuados en estado grave al hospital, aunque el
Gobierno local ha asegurado que su situación es estable.
“He oído que los niños habían sido atacados con un cuchillo, así que estoy muy nerviosa”, ha declarado Zhou, una madre que esperaba por uno de los alumnos. Otra madre, Jia, confía en que la información sobre lo ocurrido no se extienda para que su hijo “no empiece a sentir miedo”.
Los crímenes violentos son poco comunes en China, aunque en los últimos años sí han tenido lugar numerosos ataques, en muchas ocasiones con niños como objetivos.
En Pekín, este tipo de casos son todavía menos frecuentes.