(EFE).- La asunción del titular del Congreso, Manuel Merino, como nuevo presidente de Perú ha cargado de incertidumbre a la economía del país, que intentaba reactivarse de los efectos de la pandemia, ante el riesgo de un desbalance entre los poderes del Estado.
La primera reacción de los mercados financieros a la destitución presidencial de Martín Vizcarra y la asunción de Merino, por un periodo de ocho meses, ha sido una caída en el precio de los bonos soberanos, de la Bolsa de Valores de Lima y del tipo de cambio del dólar.
“Obviamente, cuando hay incertidumbre, lo que hacen los inversores es dejar esos activos financieros, en este caso bonos soberanos peruanos, dado que es un mayor riesgo a partir de la incertidumbre”, explicó a Efe el economista Kurt Burneo.
Al aumentar la oferta de los bonos, su precio cae y la tasa de interés se incrementa, por ese motivo, “la primera respuesta es un encarecimiento del endeudamiento, de un crédito más caro para el Estado, pero también lleva a colación un efecto para el sector privado”, anotó el también exministro de la Producción.
REFUGIO EN EL DÓLAR
Otro efecto importante se ha dado sobre el tipo de cambio del dólar “por el nerviosismo provocado por la incertidumbre” debido a que “los inversores locales se refugian en el dólar como activo de seguridad y aumenta la demanda” por esa moneda, agregó Burneo.
El también catedrático peruano afirmó que lo fundamental para que episodios de este tipo sean de muy corta duración “va a depender de las señales que emita el presidente nuevo o el presidente encargado… y las personas que manejen la parte económica en el gabinete”.
Entre las señales más esperadas por diversos sectores está que “haya claridad respecto a la separación de poderes”, indicó Burneo, pues el actual Congreso se ha caracterizado por “una serie de iniciativas que difícilmente podrían haber sido técnicamente defendibles”, como un proyecto de ley que busca la devolución total de los fondos de pensiones a los afiliados.
DESEQUILIBRIO DE PODERES Y MEDIDAS POPULISTAS
Sobre este punto, el economista Hugo Ñopo recordó a Efe que cuando el país tuvo “un desbalance serio de poderes” le ha ido “muy mal” y consideró que “ahora no hay” equilibrio entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
“Ahí hay riesgos, riesgos con las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), con varias medidas populistas que viene elaborando el Congreso y ahora no van a tener contrapeso”, alertó Ñopo.
El investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) señaló que el principal problema con la destitución de Vizcarra por “incapacidad moral” y la asunción de Merino pasa por los efectos que causan en “la estabilidad del país” y “la institucionalidad democrática”.
Antes de la asunción de Merino, la economía peruana ya atravesaba una recesión con proyecciones de acabar el año con una caída de 12 % del Producto Interno Bruto, un alza de la deuda pública a 35 % del PIB y del déficit fiscal de 9 % del PIB, según recordó Burneo.
Lo complicado del nuevo escenario peruano es que “cuanto más se demore la reactivación, eso va a originar una necesidad de permanencia mayor en el tiempo”, pero el país ya no cuenta con los fondos que tenía al inicio de la pandemia, alertó Ñopo.
EMPRESARIOS PIDEN QUE SE CUMPLAN COMICIOS
En las últimas horas, los gremios empresariales peruanos han hecho un llamamiento al respeto de las leyes, el calendario de las elecciones generales ya convocadas para abril próximo y que la transición política asegure la estabilidad económica y democrática en el país.
Los representantes de la micro, pequeña, mediana y gran empresa de la producción, comercio y exportaciones invocaron, en un comunicado, “a la tranquilidad y a mantener la calma a la población” para que no se afecte la economía “y la salud de los peruanos”.
Confiaron, además, en la palabra de Merino de respetar el proceso electoral ya convocado, su calendario y la neutralidad de los poderes del Estado.
Por su parte, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) exhortó a las autoridades “a mantener la estabilidad” del país y apeló “a la tranquilidad y resiliencia para que este episodio no merme los esfuerzos que todos los peruanos” realizan para superar la crisis sanitaria y lograr la reactivación de la economía.
El principal gremio de la patronal peruana subrayó, igualmente, que es “fundamental para los peruanos que se garantice la continuidad del cronograma electoral” establecido para el 11 de abril de 2021, algo que Merino asegura que respetará.
Mónica Martínez