(EFE).- La desnutrición, el sobrepeso y la obesidad le cuestan a Honduras más de 2.000 millones de dólares, valor que equivale al 10,2 % del PIB, alertó el Programa Mundial de Alimentos, que insta al país a “redoblar esfuerzos” contra esos males y promover el acceso a alimentación sana y estilos de vida saludables.
El costo de la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad en Honduras es de 2.341,4 millones de dólares, lo que equivale al 10,2 % del producto interno bruto, dijo a Efe el Oficial de Programas y Políticas del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el país, David Natarén.
Señaló, al citar un informe elaborado por el PMA y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que la desnutrición y el sobrepeso generan cargas adicionales en educación y salud, así como en pérdida de productividad laboral.
El problema más costoso es la desnutrición, que le cuestan 2.005,1 millones de dólares al erario público, porque supone un aumento en los gastos en salud, así como por su efecto en la educación de los niños y en su futura productividad laboral, añadió.
El sobrepeso y la obesidad tienen un sobrecoste de 336,4 millones de dólares, al incrementar el gasto en la atención de enfermedades como diabetes e hipertensión, así como el costo asociado a la pérdida de productividad por el incremento del ausentismo laboral, señala el informe titulado “El costo de la doble carga de la malnutrición: Impacto económico y social en Honduras”.
Ese dinero que el país centroamericano pierde podría utilizarse “en la educación y modernización del sistema de salud”, subrayó Natarén.
MÁS RECURSOS PARA LA NUTRICIÓN
El experto del PMA abogó por la asignación de recursos a la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Honduras (Utsan), para que la nutrición sea tratada como un “tema estratégico”, pues es un “pilar” para el desarrollo económico y político del país.
La mano de obra estará “más preparada, si está mejor nutrida”, enfatizó el experto del PMA, entidad de la Organización de Naciones Unidas.
Honduras registra entre “12.000 a 13.000 casos anuales de desnutrición aguda”, lo cual afecta de manera “grave” a la población, en especial a los niños, añadió.
El 40 % de las personas que sufren desnutrición abandonan el sistema educativo, señaló el especialista, quien lamentó que esos jóvenes cuando sean adultos “no estarán tan preparados”, por lo que sus ingresos serán bajos y tendrán “una dieta menos balanceada y diversa” que los podría llevar a desarrollar enfermedades crónicas.
La desnutrición, el sobrepeso y la obesidad son una “gran carga” para el Estado y la sociedad, porque las personas no pueden “desempeñarse al máximo de su potencial, porque tienen una condición de salud que no les permite ser igual de competitivos que sus contrapartes y alcanzar la máxima productividad”, explicó.
Aseguró que esas condiciones “los condena a vivir con el peso de estas enfermedades a lo largo de su vida en más de una faceta y es realmente lamentable porque esos males son prevenibles”.
Natarén insistió en que la nutrición de la población debe ser vista como un tema “estratégico para el desarrollo económico y político del país”.
HAMBRE VERSUS OBESIDAD
Las altas tasas de hambre y obesidad coexisten cada vez más en las personas, como en el caso de los niños que sufren desnutrición aguda y tienen más probabilidad de ser obesos en su etapa adulta, destacó.
“Por un lado, tenemos el presente (adultos) que está condicionado por las enfermedades que puede alcanzar, y por otro, está condicionando el futuro (infancia) porque son jóvenes que no van a alcanzar su máximo potencial, porque se van a salir de la escuela o van a padecer enfermedades por el resto de su vida”, argumentó.
El especialista afirmó que hasta ahora Honduras le ha puesto atención a la desnutrición infantil, pero no a las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, que afectan cada vez más a la población adulta.
El 17 % de los adultos mayores de Honduras sufre diabetes por sobrepeso e inactividad física, mientras que dos terceras partes padece hipertensión, añadió.
“En el futuro vamos a tener muchísimos más adultos padeciendo estas enfermedades, que son prevenibles, que niños sufriendo desnutrición”, alertó Natarén, quien aseguró que Honduras está en “un período crítico”, por lo que las autoridades deben prevenir ese escenario.
La desnutrición, el sobrepeso y la obesidad suponen “un obstáculo” para el desarrollo económico y político de Honduras, señaló el experto, quien instó al país a promover políticas que contribuyan a disminuir la malnutrición y, en consecuencia, las enfermedades asociadas.
El país también debe “redoblar esfuerzos” contra esas enfermedades, potenciar la seguridad alimentaria y la nutrición, y promover el acceso a alimentos sanos y estilos de vida saludables.