Hasta el viernes por la noche, 86,8 millones de personas ya habían votado en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Esto equivale al 63% del total de boletas presentadas en los comicios de 2016.
La mayoría de los expertos electorales cree que en estos comicios participarán entre 150 y 160 millones de personas, lo que supondría que se ha superado el ecuador de la votación.
En Texas, ya se han emitido más votos de los que hubo hace cuatro años. Los 9 millones de texanos que sufragaron constituyen más de la mitad de todos los votantes registrados en el estado. La gran mayoría de esos votos fueron en persona.
Los demócratas tienen una importante ventaja sobre el Partido Republicano en el voto anticipado -47% frente al 33%-, según el análisis realizado por la agencia de noticias AP con datos de la consultora política L2. Esto no significa que los demócratas vayan a ganar, pero sí incrementa la presión sobre los republicanos para lograr una ventaja similar, o mayor, el 3 de noviembre.
Arizona, Florida, Georgia, Hawái, Montana, Nevada, Nuevo México, Carolina del Norte, Oregón, Tennessee y el estado de Washington informaron que al menos el 80% del total de votos de 2016 en esos estados se ha entregado.
Si bien los números de votación anticipada están alcanzando niveles récord, todavía hay millones de boletas por correo que aún no se han devuelto. El análisis del Proyecto de Elecciones encontró 35 millones de boletas por correo pendientes hasta el viernes.
LOS NUEVOS VOTANTES PARTICIPAN
La gran pregunta sobre participación en todos los comicios es: ¿qué partido está convenciendo a los nuevos votantes? Los datos muestran que los demócratas estarían ganando en ese campo, pero no necesariamente de una forma tan dramática como podrían sugerir algunos de los grandes datos globales.
Según el análisis de AP, en más de 1 de cada 4 boletas presentadas por el momento, el 27%, eran de votantes nuevos o infrecuentes, personas que o bien nunca han votado antes o que lo han hecho menos de la mitad de las veces que pudieron participar. Parece una gran cifra, pero no es mucho más alta que en los últimos años. La firma de datos demócrata Catalist halló que en 2016 aproximadamente un cuarto del electorado no había votado en las anteriores presidenciales.
Sin embargo, podría seguir subiendo ya que los novatos y los no habituales tienden a votar más cerca de la jornada electoral o el propio día. E incluso los pequeños cambios pueden marcar la diferencia en los estados donde la batalla entre Trump y el aspirante demócrata, Joe Biden, está más ajustada.
Un aumento en ese sentido parece ser una buena noticia para los demócratas. El 43% de los votantes en esta categoría están registrados como demócratas, frente a un cuarto que se identifican como republicanos. El tercio restante aparece como independientes o de un partido minoritario, un grupo que suele favorecer a los demócratas.
Los votantes se congregan en la región conocida como Cinturón del Sol, especialmente en estados como Florida, Carolina del Norte y sobre todo en Texas, que los demócratas esperan ganar movilizando a una gran parte del electorado que se abstiene en la mayoría de las elecciones.
“Los demócratas ya están expendiendo su electorado”, dijo Tom Bonier, de la firma de datos demócrata TargetSmart. “Esto parecería favorable a Biden, pero hay que tener en cuenta la advertencia que hemos escuchado un millón de veces antes: no sabemos cuánta gente votará el día de las elecciones”.
LOS VOTANTES AFROAMERICANOS SE MANTIENEN FIELES
El destino de Biden podría estar ligado a una fuerte participación de los votantes afroamericanos en los estados en disputa. Por el momento, alrededor del 9% de las boletas anticipadas son de afroestadounidenses, casi a la par con el 10% de 2016, de acuerdo con una estimación de votantes realizada por Pew Research entonces.
Los votantes afroamericanos están manteniendo su cuota en varias zonas en disputa. En Carolina del Norte suponen el 21% tanto en voto anticipado como en registros, mientras que en Georgia constituyen el 30% voto adelantado y el 32% de los electores registrados.
Un ligero descenso en la elevada participación de los afroestadounidenses en 2008 y 2012 repercutió en la derrota de los demócratas cuatro años más tarde, y la formación y sus seguidores están observando atentamente qué ocurre en esta ocasión.
Por el momento, los datos son ambiguos. Ha subido el número de afroestadounidenses mayores que han votado. Los de 65 años o más son ya una de los grupos demográficos más fiables en lo comicios, pero según los datos de TargetSmart, han mejorado su participación en seis estados clave: Arizona, Florida, Georgia, Nevada, Carolina del Norte y Texas.
Al mismo tiempo, de acuerdo con el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés), los votantes afroamericanos más jóvenes, que son menos fiables, han depositado ya más votos que en 2016. Este es un indicio del aumento del compromiso de un sector del electorado que bajó en 2016.
Según el sindicato, los votantes afroamericanos se están recuperando de los efectos de la pandemia del coronavirus y del colapso de la economía, que golpeó especialmente a su comunidad, además de las movilizaciones contra el racismo en el país. Esto les motiva a superar los persistentes obstáculos para votar, dijo Mary Kay Henry, presidenta internacional de SEIU.
LOS DEMÓCRATAS ESPERAN UN BUEN RESULTADO ENTRE LOS JÓVENES
El análisis de AP mostró que, hasta el viernes, el 11,3% el voto anticipado había sido emitido por electores de entre 18 y 29 años. Esto supone un ligero incremento con respecto a este punto de la carrera electoral de hace 4 años, cuando los menores de 30 habrían presentado el 9,6% de las boletas, según TargetSmart.
Y en los estados en disputa de Florida, Georgia y Carolina del Norte, el 30% o más de los jóvenes han participado ya, de acuerdo con los datos de la AP.
Esto es, de nuevo, un buen indicio para los demócratas, aunque muy preliminar. Los jóvenes tienden hacia el Partido Demócrata y, cuando los demócratas se movilizan para votar, no es inusual que sus números sean más altos.
El electorado joven batió récords en 2018, con una participación del 36% de su franja demográfica, según el censo de Estados Unidos. Esto ayudó a los demócratas a recuperar el control de la Cámara de Representantes.
Existía cierta preocupación porque la pandemia causase un fuerte descenso de los registros de personas de 18 y 19 años, que podrán votar por primera vez. Sin embargo, el registro de jóvenes para votar es más alto en casi todos los estados esta vez que en 2016, según el Center for Information Research and Civic Learning and Engagement de la Universidad Tufts. Esto refleja tanto el aumento de la población como el alza de los registros para las elecciones de mitad de legislatura de 2018.
¿UNA ALTA PARTICIPACIÓN INFLUIRÁ EN EL RESULTADO?
Los republicanos sostienen que la participación récord que se prevé no tendrá mucha importancia en los estados en disputa. Según la campaña de Trump, cuando todas las boletas se hayan contado la participación en esas regiones clave será similar a la de 2016.
“Es bastante predecible lo que han llevado al electorado”, afirmó Nick Trainer, director de estrategia para estados en disputa en la campaña del presidente, acerca de los demócratas. “Nosotros también movilizaremos a nuestros nuevos votantes”.
Esta opinión disiente mucho de la mostrada por varios expertos electorales, que ven indicios de más entusiasmo en las zonas clave, tanto en el voto anticipado como en las encuestas.
John Couvillon, un encuestador republicano que rastrea el voto anticipado, dijo que la campaña de Trump está siendo demasiado despectiva. “Oigo la misma actitud que en 2008, cuando los republicanos negaban la impresionante participación anticipada que estaba generando Obama”, apuntó.
McDonald señaló que no hay forma de saberlo hasta el día de las elecciones.
Sin embargo, destacó que, si la participación es baja, eso no es necesariamente una buena noticia para Trump dada la gran ventaja que tienen acumulada ahora los demócratas. Esto significaría que la campaña del presidente necesitaría ganar el martes por un margen aún mayor. “Es mejor que esperen estar equivocados”, afirmó.
Fuente: Infobae