Europa se acercó un paso más hacia las estrictas restricciones impuestas durante la ola inicial de la pandemia de coronavirus debido a que los líderes están enfrentando dificultades para recuperar el control de la propagación.
Italia impuso las restricciones más fuertes que ha implementado desde el final de una cuarentena en mayo, y España impondrá nuevas medidas para contener el virus, incluido un toque de queda en todo el país. Alemania está analizando sus siguientes medidas en reuniones de la canciller Angela Merkel con su grupo de trabajo para la crisis.
Los casos han aumentado a niveles récord en toda Europa en los últimos días, y las autoridades enfrentan una creciente oposición a restricciones a los traslados. Las nuevas medidas de Italia entran en vigencia el lunes en medio de protestas de los sectores más afectados, incluidos restaurantes y cines. En Nápoles, los manifestantes planean reunirse el lunes por la noche en una plaza central después de que estallara la violencia durante el fin de semana.
El primer ministro Giuseppe Conte aprobó un plan para limitar los horarios de apertura de bares y restaurantes y cerrar lugares de entretenimiento y juego, además de gimnasios. También se instará a los italianos a que no viajen. Las medidas permanecerán vigentes hasta el 24 de noviembre.
“Debemos manejar la pandemia antes de estar colapsados”, dijo Conte el domingo en una conferencia de prensa en Roma. “Si respetamos las medidas este mes, mantendremos la curva bajo control y enfrentaremos diciembre y la temporada de vacaciones con más serenidad”.
Conte está preparando un nuevo paquete de ayuda de 5.000 millones de euros (US$5.900 millones) que se aprobará el martes, informó el periódico italiano La Repubblica.
El Gobierno de Italia se está quedando sin opciones para evitar un confinamiento total. Los nuevos contagios aumentaron a un récord de 21.273 casos el domingo y ahora hay más de 1.200 personas en tratamiento en unidades de cuidados intensivos por el virus.
El gabinete del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aprobó el domingo un estado de emergencia y anunció un toque de queda nacional de 11 p.m. a 6 a.m., excepto en Canarias, donde la tasa de contagio es baja. Las administraciones regionales tienen margen para modificar ligeramente el horario del toque de queda, dijo Sánchez, quien discutirá la respuesta al virus en España con los 17 presidentes regionales del país y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en reuniones virtuales.
Italia y España habían logrado frenar el brote inicial con algunas de las medidas de confinamiento más estrictas del mundo. La flexibilización de las medidas antes de la temporada de viajes de verano contribuyó a una nueva ola de casos en la región, donde más de 200.000 personas han muerto a causa de la enfermedad.
Sánchez también delegó a las autoridades locales el poder de limitar los viajes en sus regiones. España tiene un sistema político altamente descentralizado y las administraciones regionales supervisan muchas políticas.
El presidente dijo que solicitará al Parlamento de España que apruebe una extensión del estado de emergencia hasta el 9 de mayo. Se espera que los legisladores voten al respecto esta semana. Una extensión hasta mayo permitiría a Sánchez no tener que solicitar en reiteradas ocasiones la aprobación de las restricciones, como estaba obligado a hacer durante la cuarentena de España en el primer semestre de este año.
“Pero, ¿por qué seis meses? Porque los expertos estiman que ese es el tiempo que necesitamos hasta empezar a superar no solo esta segunda ola actual en la que estamos inmersos, sino la etapa más dañina de la pandemia”, dijo Sánchez en un discurso televisado a nivel nacional.
En Alemania, Merkel presidirá una reunión de su “gabinete de coronavirus” especial después de que los casos de contagio aumentaran en los últimos días. La canciller advirtió sobre “meses muy difíciles” por delante durante una conferencia telefónica el fin de semana con funcionarios de su partido CDU, según medios locales.
