Cinco países ingresaron este martes al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como miembros no permanentes, incluyendo a República Dominicana que asumirá la presidencia del organismo encargado de mantener la paz y la seguridad en el mundo.
La lista se completa con Alemania, Bélgica, Sudáfrica e Indonesia, que fueron electos en la Asamblea General junto a República Domincana para ocupar una silla durante dos años y hasta el 2020, en reemplazo de Bolivia, Etiopía, Kazajistán, Suecia y Holanda, cuyos mandatos terminaron a fin de 2018.
A otros cinco miembros no permanentes, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Kuwait, Perú y Polonia, les queda aún un año de mandato que concluirá el último día de 2019.
El Consejo de Seguridad se completa con sus cinco miembros permanentes, victoriosos en la Segunda Guerra Mundial y con poder de veto: Estados Unidos, Rusia, Francia, el Reino Unido y China.
De esta forma América Latina se ve representada por dos miembros: República Dominicana y Perú.
Santo Domingo asumió el martes la presidencia del Consejo de Seguridad, que dura apenas un mes y se renueva entre los miembros permanentes y no permanentes por orden alfabético.
El organismo con sede en Nueva York, Estados Unidos, es uno de los más importantes del sistema de la ONU ya que sus resoluciones suelen ser vinculantes y tener consecuencias, e incluyen la posible movilización de las tropas de sus miembros en caso de una emergencia en seguridad.
En la actualidad hay cerca de 100.000 de estos “cascos azules” desplegados en zonas violentas en todo el mundo
El Consejo de Seguridad es también uno de los puntos más cuestionados de la ONU por la discriminación entre miembros permanentes y no permamentes, y el derecho a veto de cinco de sus miembros, mediante el cual es posible bloquear numerosas iniciativas.
Esto significa que alcanzar un consenso sea muy difícil, especialmente en períodos históricos de pobres relaciones entre los miembros permanentes, como el actual en el que Estados Unidos mantiene un conflicto comercial con China y una histórica competencia geopolítica con Rusia.
Ejemplos de esta dificultad se han dado en torno a la Guerra Civil en Siria iniciada en 2011, cuestión en la que las posiciones encontradas entre Estados Unidos y Rusia han impedido las acciones del Consejo de Seguridad. Por otro lado el organismo sí logró cerrar filas en 2017 para aprobar un paquete de sanciones contra Corea del Norte.
El veto funciona a través del requisito establecido en la Carta de las Naciones Unidas de contar con nueve votos positivos, incluyendo el de los cinco miembros permanentes, para aprobar una resolución sustancial.
En tanto las resoluciones de procedimiento se aprueban simplemente alcanzando los nueve votos positivos requeridos, sin importar su composición.
En el pasado habido numerosos intentos por aumentar el cupo de miembros permanentes en un intento de ampliar la representatividad de los países del mundo. Entre los postulantes figuran Alemania, Japón, la India y Brasil, países que por peso económico y población aseguran estar a la altura. Pero los esfuerzos no han tenido éxito.