La construcción de la presa de Montegrande es toda una odisea que tiene ya una década, pasando por la administración de cuatro Gobiernos y los contratistas han cosechado la reprimenda de dos presidentes y aún no se termina.
El proyecto inició en el 2010 sin fondos, y solo con un picazo simbólico a cargo del entonces presidente Leonel Fernández.
El embalse se construye en el río Yaque del Sur, en la comunidad del mismo nombre, en Barahona. Su costo supera actualmente los 401 millones de dólares, a cargo de la constructora brasileña Andrade Gutiérrez y una adendas que incluyen a la firma Servinca.
La obra luego fue retomada con el ascenso al poder de Danilo Medina, prometida en la campaña electoral del 2012 y el 25 de junio de 2013 gestionó un préstamo con el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), que luego se cayó.
Medina retomó el proyecto mediante “un préstamo puente” de US$30 millones facilitado por el Banco de Reservas, mientras tramita ante el Congreso Nacional un cambio de fuente de financiamiento. El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), comprometió US$249.6 millones, a una tasa de 2.5% en un período de 15 años.
Luego en el Presupuesto 2018 se incluyó financiamientos por un total de RD$12,521,376,164 (más de US$255 millones).
Para el tres de febrero del 2019, el otrora presidente Medina se molestó airadamente con los contratistas porque alegadamente le estaban variando la fecha de entrega, fijada para el mes de abril de ese mismo año. Sin embargo, realizó una visita sorpresa al lugar y se enfureció cuando vio una leyenda que decía que la obra estaría concluida para el mes de junio.
“Tenemos un compromiso personal; me dijeron que no lo iban a violar; usted me hizo un compromiso de caballero”, exigió de modo enérgico el mandatario.
El presidente Medina volvió sorpresivamente el 20 de julio del 2019 y nada.
Este lunes, un año y tres meses después el presidente Abinader acude a Barahona y el embalse aún no está concluido, razones por la que el mandatario exigió a sus constructores “darse prisa”, con la entrega.
Los trabajos en la presa de Monte Grande están paralizados en más de un 70 por ciento, lo que impedirá que la obra que se ejecuta sea entregada en la fecha prevista por las autoridades.
