INFOBAE-.El COVID-19 se ha extendido por todo el mundo con consecuencias sustanciales para la salud pública. Mientras que se sabe que los adultos con comorbilidades tienen mayor riesgo de enfermedad grave y muerte; se conoce poco sobre las consecuencias de la infección en mujeres embarazadas y fetos. La información sobre los resultados neonatales es escasa y se desconocen aún protocolos certeros en el manejo óptimo de la madre y el recién nacido.
Los virus respiratorios rara vez provocan la transmisión intrauterina de la infección al feto; por lo tanto, se prevé que la transmisión intrauterina de SARS-CoV-2 sea baja. Dos informes de casos que describen el aislamiento de SARS-CoV-2 del líquido amniótico y tejido placentario y el aislamiento de SARS-CoV-2 de la nasofaringe de los dos recién nacidos dentro de las 48 h de vida sugirió una probable infección congénita; sin embargo, se desconoce la tasa de infecciones de este tipo de los recién nacidos de madres positivas.
Un equipo liderado por Christine M. Salvatore de la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas del New York Presbyterian Komansky Children’s Hospital de Estados Unidos, se planteó el objetivo de hacer un seguimiento de los recién nacidos de madres positivas para el SARS-CoV-2 en el momento del parto, para dilucidar las mejores prácticas con respecto al control de infecciones e identificar los posibles factores de riesgo asociados con la transmisión.
Nacer sin corona
De los partos que analizaron por un par de meses para llevar adelante su informe, 8% de madres dieron positivo al SARS-CoV-2. De los recién nacidos pudieron sumar a su muestra sólo el 69% a los que fue posible realizar seguimiento completo.
El 26% de las madres informó que nunca había tenido síntomas y el 74% los tenían; el 46% de estas tuvo inicio de síntomas más de 2 semanas antes del parto y estaban asintomáticas en el momento de de dar a luz, y el 54% tuvo inicio de síntomas dentro de las 2 semanas previas del parto o durante el mismo. De las madres que informaron síntomas dentro de los 7 días posteriores al parto, el 82% tenía tos. Las madres con inicio de síntomas más de 2 semanas antes del parto fueron más frecuentes durante las últimas semanas del período de estudio.
Vida de hogar con COVID
El uso de máscaras y las prácticas de higiene de las manos fueron realizadas por el 85% de los padres, con frecuencia o en ocasiones por el 8%, y nunca por el 4%, a pesar de las recomendaciones dadas al momento del alta hospitalaria.
“Hasta donde sabemos -explica Salvatore-, esta es la cohorte más grande de neonatos de EE. UU. nacidos de madres que dieron positivo al momento del parto y que posteriormente fueron seguidos con pruebas seriadas y clínicamente hasta un mes de vida de sus hijos. En nuestra serie de casos, en ningún lactante se detectó el virus mediante hisopado nasofaríngeo en el período posnatal inmediato, ni a los 5-7 o 14 días de vida. Además, todos los bebés permanecieron asintomáticos durante el período de estudio. Este hallazgo respalda los informes anteriores de bajo riesgo de transmisión perinatal con prácticas estrictas de control de infecciones”.