Los factores psicológicos pueden afectar de forma negativa a múltiples órganos del cuerpo humano. En esta oportunidad desarrollaremos cómo afecta el estrés al corazón y a todo el sistema cardiovascular. En la práctica, casi todas las enfermedades médicas se ven influenciadas por la salud mental.
Mente y cuerpo se encuentran en íntima relación y constante interacción. En la pérdida del equilibrio se incrementan los factores de riesgo para aumentar la morbilidad y la mortalidad.
¿Qué es el estrés?
El estrés es la forma en que el cuerpo reacciona a situaciones que ponen en peligro a la persona o son desafiantes. Este tipo de reacción tiene la intención de proteger de aquellos problemas amenazantes.
En pequeñas cuotas, las situaciones de estrés no deberían atentar contra la salud. Pero en cambio, si estas se vuelven permanentes o son demasiado intensas, podrían resultar perjudiciales.
El estrés puede afectar a casi todas las enfermedades generales, como ya mencionamos, incluidas aquellas cuyo mecanismo de producción es bien conocido. La enfermedad coronaria, por ejemplo, o la diabetes, así como la migraña, el síndrome del intestino irritable y la fibromialgia.
¿Cómo afecta el estrés al corazón y al sistema cardiovascular?
La relación negativa que existe entre el estrés y la enfermedad cardíaca isquémica ha sido demostrada hace casi 20 años atrás, al estudiar a pacientes que presentaban enfermedad coronaria. Luego, muchas otras investigaciones confirmaron lo mismo. De todas maneras, los mecanismos exactos por los cuales sucede la asociación siguen siendo inciertos.
Se han encontrado varias hipótesis por las que el estrés emocional podría desencadenar un infarto agudo de miocardio, como el aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardíaca, del tono vascular y hasta la capacidad de agregación plaquetaria. Todos ellos en estrecha relación a la liberación de neurotransmisores.
El aumento significativo de la frecuencia cardíaca y la presión arterial podrían provocar un incremento de la demanda de oxígeno del miocardio. En ciertas condiciones del paciente, es decir, en aquellos que presentan un mayor riesgo previo, podrá conllevar a un infarto agudo.
Todos estos factores también refieren a determinadas anomalías en el sistema nervioso autónomo. Esta es la parte neuronal que se encarga de acciones involuntarias, como la respiración o los latidos del corazón.
Si la persona posee factores de riesgo establecidos, como la presencia de placas ateroscleróticas en las pequeñas arterias, entonces la descarga del sistema nervioso podría acarrear un accidente de placa. Esta es la situación en la que los ateromas se rompen y obstruyen la circulación, interrumpiendo el flujo de oxígeno a los tejidos.
Además, cabe aclarar que las situaciones estresantes de la vida cotidiana pueden provocar un aumento en la cantidad de cigarrillos consumidos por los fumadores. Del mismo modo, en algunas personas producen deterioro en la alimentación, con el consiguiente aumento del colesterol en sangre.
Síntomas del estrés que afecta al corazón
Algunas personas son más propensas a padecer signos de estrés que otras, ya sea por su personalidad o bien por situaciones experimentadas. Para ellas será muy importante desarrollar mecanismos que les permitan afrontar de manera saludable aquellos desencadenantes que los desestabilizan.
Uno de los síntomas clásicos del estrés que afecta al corazón son las palpitaciones. Estas son aceleraciones de los latidos cardíacos, con taquicardia, que se siente como un golpeteo en el pecho.
También el dolor torácico puede ser manifestación de la problemática. No siempre con la presentación del infarto, sino más bien sordo e insidioso, como una opresión constante que oscila entre períodos agudos y de calma.
Consejos para luchar contra el estrés que afecta al corazón
El reconocimiento de la interacción de los factores estresantes y las diversas enfermedades cardíacas debería favorecer el desarrollo de estrategias de prevención. Hay personas que se encuentran en mayor riesgo por presentar condiciones que acarrearían infartos o ictus.
La prevención de los eventos cardiovasculares puede ser posible si, junto a la dieta y al ejercicio físico, se pautan técnicas que reduzcan el estrés. Se pueden utilizar estrategias de relajación en el momento de los problemas emocionales severos. A su vez, sería ideal evitar factores que desencadenen el estrés y que son conocidos.
En general, el objetivo de un programa de manejo del estrés será el de reducir el impacto en el paciente. Nunca se eliminarán por completo los estresores, pero sí se pueden limitar, del mismo modo que es posible contenerlos y convertirlos en estímulos para una mejora individual.
Cuándo debemos consultar al médico
Cuánto afectará el estrés al corazón, en cada persona en particular, es imposible de predecir. A pesar de esto, la identificación de situaciones problemáticas, como puede ser un duelo, por ejemplo, debería ponernos en alerta hacia la necesidad de solicitar ayuda profesional para evitar las consecuencias negativas.
Adicionalmente, se aconseja adoptar hábitos saludables. Entre ellos, concretar una alimentación sana y equilibrada, evitar el cigarrillo y el exceso de alcohol, así como realizar actividad física regular de preferencia aeróbica. La rutina de sueño es otra herramienta que reduce la ansiedad.
Fuente: Mejor con Salud