Varios cientos de manifestantes se congregaron este viernes frente al tribunal comercial de Marsella, en el sureste de Francia, para protestar contra el cierre anunciado de bares y restaurantes decidido por el gobierno en un intento de contener la epidemia de covid-19.
“¡Basta ya! Estábamos tratando de salir adelante. No queremos más ayudas, sino que nos dejen trabajar”, dijo Patrick Labourrasse, dueño de un restaurante afectado por la medida.
La multitud abucheó el nombre del ministro de Salud francés, Olivier Véran, que anunció el miércoles las nuevas restricciones, que incluyen el cierre de todos los bares y restaurantes de la metrópoli de Aix-Marsella.
Ese cierre se hará efectivo a partir del domingo por la noche, precisó este viernes el presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Renaud Muselier, tras una reunión con el ministro de Salud en Marsella.
Eso supone un día más tarde de lo inicialmente previsto.
Muselier había anunciado antes que iba a presentar un recurso ante la justicia contra el decreto prefectoral que impone estas medidas.
El sindicato patronal regional denunció en un comunicado publicado el viernes un “nuevo confinamiento económico” y pidió al gobierno que “dé tiempo [a los gestos barrera] para que produzcan sus efectos sin poner en peligro la economía y los empleos de todo un territorio”.
Representantes locales, tanto de izquierda como de derecha, también se pronunciaron en contra de las medidas en una columna firmada por más de 50 funcionarios electos.
“Están cometiendo un error estratégico fundamental, están agravando la crisis económica y están creando una crisis social sin resolver la crisis sanitaria”, denunciaron.
El primer ministro francés, Jean Castex, defendió las nuevas restricciones asegurando que la situación es “muy preocupante en toda Francia” pero “especialmente grave en las grandes ciudades”.
La epidemia sigue avanzando en Francia, con un nuevo récord de más de 16.000 casos registrados en las últimas 24 horas.
Fuente: AFP