Redacción NDigital
Santo Domingo
Cada 24 de septiembre, se celebra el Día de la Virgen de la Mercedes, mejor conocida en nuestro país cómo Nuestra señora de las Mercedes, quien es la santa más antigua tras poseer el titulo mariano la Merced que se remonta a la fundación de la orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España.
La Merced es definada por el perdón, la misericordia, la piedad y la compasión.
Parte de la misión particular que le fue otorgada a la virgen, consistía en tener misericordia de los cristianos cautivos en manos de los musulmanes, muchos de ellos miembros de la orden que canjearon sus vidas por la de presos y esclavos.
La Virgen de las Mercedes es considerada patrona de República Dominicana, España, Italia, Perú y Venezuela países que piden protección especial de esta santa.
Cada año como una tradición los dominicanos devotos acuden en peregrinación hacia el santuario de la Virgen hasta llegar al Santo Cerro, ubicado en la provincia La Vega, con la esperanza de obtener algún beneficio y de ofrecer votos y promesas a la Virgen.
El Santo Cerro, es el primer santuario mariano de América, establecido por indicación de Cristóbal Colón, quien indicó en su testamento que se hiciera esta iglesia.
Cada parroquia católica celebra una eucaristía en honor a la patrona del pueblo dominicano y para la ceremonia eucarística de la festividad de la Virgen de las Mercedes se utiliza el color blanco que es símbolo paz, pureza y tiempo de júbilo.
La Virgen de la Merced se identifica por sus elementos característicos en color blanco como son la túnica, el escapulario y la capa, también posee un escudo mercedario en el pecho, las cadenas y el grillete estás son insignias de esclavitud. Posee una tocada con corona de reina y también con el cetro en la mano derecha, mientras que en otras imágenes sostiene en la mano izquierda al Niño Jesús.
Diversas instituciones como son la guardia nacional y el cuerpo de bomberos del país también tiene por patrona a la virgen, quienes reciben la protección de una madre espiritual que los guarda en cada una de sus salidas en respuesta a algún fuego o para salvaguardar la población en momentos en que se requiere su ayuda.