CNN.- La jueza Ruth Bader Ginsburg regresa por última vez a la Corte Suprema esta mañana, y un ejército de más de cien de sus antiguos secretarios se reunieron con el ataúd y lo acompañaron por los escalones de piedra que conducen al gran salón.
Además de su familia y opiniones escritas, los empleados de Ginsburg son su legado más duradero. Comenzaron su mandato como abogados jóvenes sin experiencia y emergieron con credenciales legales incomparables que marcarán sus currículums de por vida: secretarios de la Corte Suprema.
Pero para muchos, trabajar para Ginsburg no fue solo una lección legal. También inculcó la idea de que las mujeres podían tenerlo todo, pero tal vez no al mismo tiempo. Elogiaba a su “compañero de vida”, a su marido, Marty, “el único hombre”, decía, a quien “le importaba que yo tuviera cerebro”
Cuando la jueza Ruth Bader Ginsburg regrese por última vez a la Corte Suprema el miércoles, un ejército de más de cien de sus ex secretarios se reunirá con el ataúd y lo acompañará por los escalones de piedra que conducen al gran salón donde el liberal presidió el icono durante casi 30 años.