La articulación temporomandibular (conocida como ATM) conecta la mandíbula con el resto del cráneo. En ocasiones, puede producir importantes limitaciones en las funciones masticatoria y fonatoria.
La ATM está formada por dos articulaciones (la derecha e izquierda) que funcionan sincrónicamente. Está constituida por los cóndilos mandibulares, que se articulan con el hueso temporal del cráneo, así como por diferentes huesos y ligamentos.
Cuando una persona sufre dolores en esta articulación o en los músculos que la rodean, se dice que padece desórdenes temporomandibulares.
Se estima que tres millones de personas en España padecen este tipo de problemas: un 8 % de adultos jóvenes y un 16 % de mayores.
El doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, aconseja acudir al dentista ante los primeros síntomas porque “la evolución de los problemas de la ATM es crónica”.
Lo primero a tener en cuenta son las causas de este trastorno. El doctor apunta que uno de los orígenes puede ser muscular que su vez puede causar mialgias (dolores musculares) o artralgias (dolores articulares).
“También puede haber una asimetría en la cara, en el macizo maxilofacial”, apunta Castro como otra posible causa. En este caso, se examina la cara del paciente para saber si está desviada por una alteración en la articulación temporomandibular.
“Tenemos que tener en cuenta que tenemos el cráneo como una parte fija y la mandíbula como una móvil. Si la mandíbula no está en su posición lógicamente se observa una asimetría”, explica.
Otros procesos primero inflamatorios y luego degenerativos, como es el caso de la artrosis, también pueden ser el origen de un desorden temporomandibular, advierte el presidente del Consejo General de Dentistas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de esta patología son diversos y muchas veces pasan desapercibidos al atribuirlos a otras causas.
El doctor Óscar Castro destaca entre los más comunes los siguientes:
Cefalea crónica
Dolor, sensación de presión y zumbidos en los oídos
Chasquidos y dolores más o menos severos al masticar
Dolor en la cara o en la mandíbula
Dolor cervical
Trismo, es decir, una limitación funcional para abrir completamente la boca provocado por el mal funcionamiento de la articulación
Enrojecimiento de los ojos y sensibilidad a la luz
Bruxismo y desgaste dental
“Una persona que tiene estrés lo puede expresar mediante el apretamiento de los dientes. Esto tiene como consecuencia la sobrecarga de la articulación temporomandibular”, explica Castro.
Es importante tener en cuenta que no es por esta disfunción por lo que aparece el bruxismo. “Primero es el bruxismo y luego los desórdenes en la articulación”.
Tratamiento
El tratamiento para los trastornos de la ATM varía de forma considerable según la causa.
“Lo primero en lo que interviene el dentista es en intentar posicionar los cóndilos de la articulación temporomandibular mediante férulas de descarga”, explica el doctor.
Esto permite proteger los dientes de un posible desgaste, posiciona los cóndilos en una posición adecuada y relaja la musculatura. “Con la confluencia de todo esto el paciente, en un 70% de los casos, nota alivio en un breve periodo de tiempo”, expone el especialista.
En ocasiones, es necesario no solo que actúe el dentista, sino también un fisioterapeuta que complemente el tratamiento.
En caso de existir otras patologías, degeneración de la articulación o problemas internos graves, el doctor indica que hay que utilizar procedimientos quirúrgicos. “Hay que evaluar el estado de la articulación y al mismo tiempo manipular las estructuras y el tejido inflamatorio si hay una incapacidad funcional”, explica.
Según indica el presidente del Consejo de Dentistas es el cirujano quien valora hasta dónde hay que llegar “incluso si es necesario reemplazar las articulaciones mediante prótesis de articulación temporomandibular”.
Otro posible tratamiento es la artrocentesis. “Mediante agujas que se meten en la articulación se hace un lavado articular para eliminar partículas microscópicas que pueden estar contaminando la articulación”, aclara. Otras veces, es necesario inyectar líquido lubricante para mejorar su funcionamiento.
En caso de sufrir estos desórdenes también es recomendable tomar alimentos blandos y usar una bolsa de hielo para aliviar el dolor.
Fuente: EFE