El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo y representa el 16% de todos los tipos de cáncer femenino, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las tasas de supervivencia varían.
En América del Norte, Suecia y Japón pueden ser del 80% o más. En los países de ingresos medios, representa, aproximadamente, un 60%. Alcanza cifras inferiores al 40% en los países de ingresos bajos.
La detección temprana es clave
Según la OMS, las bajas tasas de supervivencia en los países poco desarrollados pueden explicarse principalmente por la falta de programas de detección precoz.
“Mientras más temprano sea la detección del cáncer, mucho mejor va a ser la sobrevida de esa paciente y las chances de curación.
Más allá de los chequeos anuales pertinentes (mamografía, estudios clínicos), existe una solución de IoT (internet de las cosas) que será lanzada al mercado el año que viene. No reemplaza a la mamografía ni a los exámenes clínicos, pero puede detectar anomalías en las mamas y cáncer en una etapa inicial.
Celbrea es el nombre que le dio la compañía Welwaze Medical, situada en Miami, a una tecnología que consiste en parches conectados. Luego de estar cada uno 15 minutos en cada mama, permiten, a través de una app, realizar un control de anomalías mamarias.
Cómo funciona
Los parches o pads miden la diferencia de temperatura de los senos. Según datos de la compañía, cuando se desarrolla el cáncer de mama, se forman nuevos vasos sanguíneos para apoyar el crecimiento del tumor. Ese proceso se conoce como angiogénesis.
Genera un aumento del metabolismo celular que causa que el área emita más calor de lo normal. Los parches cuentan con más de 1.100 sensores que miden la temperatura en tres ubicaciones clave en cada mama.
Celbrea TMD compara la temperatura de un segmento del seno con el otro, para que un profesional de la salud pueda identificar la actividad celular anormal.
La aplicación escanea los parches y realiza el monitoreo y registro de los resultados. Su desarrollo está basado en inteligencia artificial. Procesa el genotipo y fenotipo de cada persona considerando también su experiencia de vida y exposición a factores de riesgo.
La tecnología detrás del producto se basa en los principios de la termografía investigados por el doctor Gautherie de la Universidad Louis Pasteur en Estrasburgo, Francia.
Samir Mousa, químico en Welwaze Medical, tomó estos principios y los aplicó a este dispositivo portátil. Además, se han realizado ensayos clínicos con más de 5.000 pacientes en los Estados Unidos.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ya ha aprobado Celbrea TMD para su comercialización. Servirá como un complemento de los procedimientos establecidos para la detección de enfermedades mamarias.
El producto podrá detectar anomalías y cáncer de mama en estadio de 0 o 1. Por ejemplo, podría servir para la detección de un tumor de 0,5 cm.
Existen otras soluciones de este tipo como el pad Aware, aprobado por la FDA. En el caso de Welwaze, la solución se destaca por el uso de inteligencia artificial, los sensores y la interacción con la app.
Campañas de screening
Según indicó la mastóloga Zar, hay distintos tipos histológicos de cáncer. Hay diferentes estadios de acuerdo al tamaño y las características. “Con un tumor de 2mm, seguramente no va a haber quimioterapia. Con un tumor de 5 cm, seguramente sí“, señaló. “En Estados Unidos, los estadios avanzados de cáncer de mama son bajos, existe baja incidencia. En la Argentina, sobre todo en sectores carenciados, el diagnóstico tardío es bastante alto, llega hasta el 20%”.
“Uno tiene la sensación de que no se hacen campañas en serio en la Argentina. Para que lo sea, deben hacerse campañas de screening (concientización, prevención), en donde hay que casi obligar a la gente a que se haga lo estudios correspondientes“.
Y continuó: “En los países que trabajan bien, sobre todo los países nórdicos, Suecia, Noruega, te mandan una carta cuando cumplis años y vos tenes que ir a hacerte la mamografía. Eso es lo que sirve para reducir la mortalidad por cáncer de mama”.
En este sentido, señaló que, probablemente, las mujeres que tengan el hábito de hacerse mamografía y otros estudios de rutina, lo seguirán haciendo. Con o sin campaña.
“Hay que lograr que esa mujer que no va nunca a hacerse los chequeos (y no por vaga, sino porque, probablemente, tenga otras necesidades básicas no resueltas), haga la consulta antes de tener un tumor sangrante. Para poder hacer un buen programa de screening, necesitás un gobierno comprometido, con estudios caros, con gran gasto de material, de personal… Acá se juega al cortoplacismo”, concluyó.