El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insistió este lunes en que la reacción mundial a la pandemia del nuevo coronavirus fue exagerada y defendió una aceleración del proceso de reapertura de los comercios y de retomada de las actividades suspendidas por las medidas de distanciamiento social.
“Le pido a los gobernadores y a los alcaldes de Brasil que, obviamente con responsabilidad, comiencen a abrir el comercio, porque las nuevas informaciones que vienen de todo el mundo, que vienen de la OMS, junto a sus equivocaciones, muestran que tal vez hubo un poco de exageración en el tratamiento de este asunto”, afirmó el mandatario en entrevista con el canal de TV BandNews.
El líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia y que llegó a tratar la COVID-19 como una “gripecita”, es crítico de las medidas de distanciamiento social impuestas por gobiernos regionales y municipales desde marzo para frenar el avance de la pandemia y que, por la paralización de actividades, generaron una crisis económica sin precedentes.
Pese a esas medidas, sin embargo, Brasil se convirtió en el segundo país más afectado por el coronavirus en el mundo después de Estados Unidos.
Los efectos económicos de la pandemia amenazan con hundir a Brasil en 2020 en la mayor recesión de su historia, con una retracción del PIB que los economistas calculan en el 6,5 %, y con la pérdida de millones de empleos.
“Yo desde un comienzo dije que había que pensar en la vida y en el empleo como cosas totalmente conectadas entre sí y no podemos permitir que en algunos lugares aislados de Brasil el efecto colateral del trato de la pandemia sea más dañino que la propia pandemia”, dijo.
Por eso, agregó, es necesario que vuelvan a abrir los comercios. “En mi entender ese proceso tendría que ser un poco más acelerado”, dijo.
“La economía nos afecta a todos. Si Brasil no va bien en la economía, todo el mundo sufre, comenzando por los de menor renta. El campo no paró pero las ciudades y muchos estados pararon, y no será fácil que la economía vuelva a funcionar nuevamente”, agregó.
Bolsonaro volvió a minimizar la pandemia y a defender la normalización de las actividades en momento en que las estadísticas confirman a Brasil como el segundo país más afectado por la enfermedad en el mundo, con casi 51.000 muertos y 1,1 millones de contagiados.
Según una base de datos elaborada por un consorcio de medios de comunicación que se apoya en estadísticas de gobiernos regionales, el país llegó este lunes a un total de 50.737 fallecimientos, tiene casi 1.100.000 de casos y se ratifica como uno de los grandes focos mundiales de la pandemia.
En la entrevista a BandNews, el gobernante dijo igualmente que su Gobierno aceptó pagar dos nuevas cuotas mensuales del subsidio que fue concedido a 50 millones de desempleados, informales y personas de escasos recursos para ayudarlos a paliar los efectos de la pandemia pero que el valor tendrá que ser reducido.
“Estamos pagando la tercera cuota de esa ayuda de emergencia, pero el país no aguanta otros dos meses con ese montante. Eso nos cuesta cerca de 50.000 millones de reales (unos 10.000 millones de dólares) por mes y el país no puede endeudarse más”, dijo.
Fuente: EFE