El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, informó este martes que el país no está preparado para entrar en la tercera fase de desescalada, como se tenía previsto para este miércoles 17, y por recomendación la Comisión de Emergencias y Gestión Sanitaria, se mantendrá vigente la fase 2 al menos hasta la semana próxima.
“Vamos a permanecer en fase dos, al menos hasta la próxima semana, y nos mantendremos en constante monitoreo para determinar si la situación mejora lo suficiente fruto de las próximas intervenciones”, explicó,
Montalvo recordó que este plan siempre estuvo condicionado a que los indicadores de salud se mantuvieran en niveles que no generaran posibilidad de saturación del sistema de salud.
Afirmó también que se pasó de la fase uno a la dos porque la situación era estable y no se mostraban mayores riesgos de desbordamiento futuro del sistema, sin embargo, en junio no sucedió igual.
“El éxito que hemos logrado en las fases anteriores a la hora de controlar el COVID nos ha llevado, como sociedad, a perderle el miedo, y como consecuencia a aumentar el contacto social y descuidar el uso de mascarillas. Y al perderle el miedo al virus, estamos corriendo el riesgo de poner en peligro la salud del pueblo dominicano”, resaltó el coordinador de la Comisión para la prevención del COVID-19.
El funcionario destacó que desde el 3 de junio, cuando inicio la segunda fase, se ha percibido un aumento significativo del número de casos por día, “en menos de una semana dentro de esta fase, se exhibió la mayor cantidad de nuevos casos de personas afectadas, siendo esta 629 para el 10 de junio, y, tres días después, la mayor cantidad de defunciones en un día, totalizando 15”.
Los modelos epidemiológicos indican que el número básico de reproducción del virus ha pasado de aproximadamente 1.13 a inicios de junio a 1.23 a la fecha, y de continuar así, los casos severos y críticos aumentarían mucho en julio, y eso podría traer como consecuencia un incremento en las tasas de mortalidad.
Además, Montalvo afirmó que existen otros indicadores relevantes que han aumentado en días reciente, como el porcentaje de ocupación de camas de hospitalización y cuidados intensivos de COVID-19, y, de mantenerse en aumento la tasa de contagio se corre el riesgo de saturar la disponibilidad de camas y de unidades de cuidados intensivos en los próximos meses.
