Aviones de combate rusos atacaron áreas controladas por los rebeldes en el norte de Siria por primera vez en semanas el domingo, mientras funcionarios sirios dijeron que más de 100 personas fueron atendidas en hospitales por lo que alegaron fue un ataque de gas venenoso por parte de rebeldes en la norteña ciudad de Alepo.
El portavoz militar ruso, general de división Igor Konashenkov, dijo a periodistas en Moscú que aviones de combate rusos destruyeron posiciones de militantes en el norte de Siria y los culparon del ataque con gas venenoso en Alepo.
