Un ex tesorero nacional del Gobierno de Venezuela, un magnate de la comunicación venezolana y el propietario del Banco Peravia en República Dominicana se declararon culpables de intercambio de dinero y lavado de activos por ante un tribunal del Distrito Sur de la Florida, Estados Unidos.
Se trata del extesorero nacional venezolano, Alejandro Andrade; el propietario del Banco Peravia en República Dominicana, Gabriel Arturo Jiménez y el propietario de la Red de Noticias Globovisión, Raúl Gorrin Belisario
Jiménez, ciudadano venezolano que reside en Chicago, Illinois y antiguo propietario del Banco Peravia, se declaró culpable bajo sello el 20 de marzo de 2018 en el Distrito Sur de Florida, por ante el juez Rosenberg a un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero.
Como parte de su declaración de culpabilidad, Jiménez admitió que, conspiró con Gorrin y otros para adquirir Banco Peravia, a través del cual ayudó a lavar el soborno y los fondos del plan.
Su sentencia está programada para el 29 de noviembre.
Andrade Cedeno, es ciudadano venezolano que reside en Wellington, Florida y ex tesorero nacional venezolano, se declaró culpable bajo sello el 22 de diciembre de 2017 ante el Juez de Distrito de los Estados Unidos Robin L. Rosenberg del Distrito Sur de Florida.
Como parte de su declaración de culpabilidad, Andrade admitió que recibió más de mil millones de dólares en sobornos de parte de Gorrin y otros co-conspiradores a cambio de utilizar su posición como tesorero nacional venezolano para seleccionarlos para realizar transacciones de cambio de moneda para el gobierno venezolano.
Aceptó una sentencia de dinero por decomiso de mil millones de dólares y la confiscación de todos los activos involucrados en el esquema corrupto, incluidos bienes raíces, vehículos, caballos, relojes, aviones y cuentas bancarias.
Su sentencia está programada para el 27 de noviembre.
Mientras que Gorrín afronta la acusación formal de que pagó millones de dólares en sobornos a dos funcionarios venezolanos de alto nivel, incluido Andrade, para garantizar los derechos a realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables para el gobierno venezolano.
Además de transferir dinero para los funcionarios, Gorrin supuestamente compró y pagó gastos relacionados con jets privados, yates, casas, caballos campeones, relojes de alta gama y una línea de moda.
Para ocultar los pagos de sobornos, realizó pagos a través de múltiples compañías ficticias. Se asoció con Jiménez para adquirir el Banco Peravia, para lavar los sobornos pagados a los funcionarios venezolanos y las ganancias del plan.