La impotencia sexual masculina, es un problema al cual los hombres le imprimen mucha importancia dado que dificulta su rendimiento en el acto sexual e interviene notablemente en su sentido de masculinidad.
En la actualidad existen diversas técnicas y procedimientos que intentan abordar la impotencia, todos con una efectividad que varía. Sin embargo, en los últimos meses ha surgido un tratamiento que promete ser una definición fiable para el problema. Te contamos todo a continuación.
¿En qué consiste el nuevo método?
Este método “revolucionario” tiene por nombre “Caverstem”. No es muy nuevo, tiene cierto tiempo implementándose en diversas partes del mundo, no obstante, su uso en masa ha sido implementado de manera reciente. De acuerdo con Alexander Graham, docente de la Universidad de California y el primer urólogo en utilizar el método, dijo que el mismo es “bastante simple”, y que puede emplearse de manera ambulatoria en un lapso de 15 a 20 minutos.
Caverstem consiste en la substracción de 20 mililitros de sangre proveniente de la médula en la pelvis. Esta sangre es muy rica en células mesénquimas, uno de los tipos más activos de células madre. Una vez sustraída la sangre, es inyectada en el pene del paciente.
Los resultados de Caverstem se empiezan a notar entre dos semanas y dos meses después del tratamiento. Es un proceso completamente indoloro dado que al paciente se le administra anestesia local, y esta es otra de sus diferencias en comparación con otros métodos.
Fiabilidad
Este tratamiento empezó a usarse en Estados Unidos hace año y medio. En este periodo, 40 pacientes fueron abordados con Caverstem.
Graham ha afirmado que el tratamiento ha tenido una tasa de efectivdad muy alta, y que las inyecciones adicionales únicamente han sido requeridas en casos muy graves donde los pacientes experimentaron previamente una extirpación de su próstata.
¿Qué depara el futuro para Caverstem?
Este tratamiento puede ser especialmente accesible debido al desarrollo de nuevos tipos de agujas adaptadas a la extracción de sangre de la médula ósea que previenen posibles efectos secundarios.
Estas agujas han sido desarrollas principalmente en Estados Unidos, pero se sabe que Rusia también las fabricará para que el procedimiento sea accesible para sus ciudadanos.
