Italia utilizará test serológicos, que sirven para detectar si una persona ya ha desarrollado los anticuerpos contra la COVID-19, a partir del 4 de mayo, cuando el país iniciará la reapertura tras casi dos meses de confinamiento.
El comisario extraordinario designado para la emergencia, Domenico Arcuri, dijo hoy que estas pruebas se realizarán a una muestra de 150.000 personas en todo el territorio nacional.
Indicó que ya ha finalizado la licitación para elegir a la empresa que las ofrecerá de forma gratuita y detalló que al concurso se han presentado más de setenta compañías.
La elegida, de la que no dio detalles, “ofrece actualmente la mejor solución en el mercado”, aseguró.
El Gobierno ultima un plan para iniciar el desconfinamiento gradual a partir del 4 de mayo y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ya ha adelantado que será necesario que los ciudadanos que salgan a la calle lleven mascarillas para evitar contagios.
Arcuri anunció que se ha firmado un acuerdo con dos empresas italianas para que fabriquen 51 máquinas que comprará el Estado italiano y utilizará para producir entre 400.000 y 800.000 mascarillas diarias, aunque el objetivo es llegar a generar “al menos 25 millones de mascarillas al día”.
Además, subrayó que el Gobierno determinará próximamente el precio máximo al que se pueden vender las mascarillas y su tasa impositiva para evitar especulaciones en el mercado que disparen el precio a niveles desorbitados por la alta demanda.
Garantizó que los empleados públicos que volverán a trabajar desde el 4 de mayo, como en las administraciones públicas o en los transportes, tendrán mascarillas a su disposición, mientras que el personal de las residencias de ancianos, públicas y privadas, contará con equipos de protección individual.
Italia investiga las más de 6.000 muertes de ancianos en residencias del país entre el 1 de febrero y el 17 de abril, según cifras del Instituto Superior de Sanidad, para comprobar las condiciones en las que se encuentran estas personas y si han sido expuestas a riesgos innecesarios por falta de protocolos de seguridad durante la emergencia del coronavirus.
Fuente: EFE
